Los comensales de First dates acuden al restaurante a buscar pareja, y también a cenar. Pero este jueves, Iván no se quedó nada contento con la ración de espaguetis que le sirvieron en el programa de Cuatro.

El madrileño llegó al local regentado por Carlos Sobera con un secreto, llevaba las dilataciones de sus orejas pegadas para que no se vieran: "Trabajo de conserje y me las pongo así. Además, también quiero conocer a la chica, a ver si es tan pintas como yo", admitió al presentador.

Por su parte, Saray reconoció nada más llegar que "soy una persona muy fiestera, romántica y detallista" y se quedó sorprendida de la cantidad de tatuajes de su cita, y eso que todavía no le había visto las orejas...

En el transcurso de la cena, hablaron de sus aficiones, trabajos... pero Iván no dudó en quejarse de la cantidad de espaguetis de su plato: "Me han puesto poca comida", entonces Saray le ofreció del suyo, pero el madrileño lo rechazó diciendo: "Es que parecen hormigas cocinadas". Al final el hambre pudo más y aceptó la mitad del plato de su cita.

Justo cuando estaban hablando de los viajes que tenían planeados hacer, se le despegó una de las orejas a Iván, y Saray se quedó "flipando, no me lo esperaba para nada. Los tatuajes todavía, pero las dilataciones tan grandes... me han echado para atrás, la verdad", reconoció la madrileña.

Otra de las peculiaridades de Iván fue cuando le confesó a Saray que "creo en dos cosas: La primera, es que somos energía como tal, el cuerpo es un envoltorio y el alma es la energía que se va transmitiendo como un gusanillo. La segunda, los marcianos, llevo tatuado un ovni porque creo en ellos. El planeta es una granja de hormigas y nos estudian".

A lo que la joven no dudó en afirmar que "si hubiera visto mi cita desde fuera hubiese alucinado también por las situaciones que he vivido. Entre que se le ha caído un trozo de oreja, los extraterrestres... me he quedado flipada".

Pese a todo, en la decisión final, Saray sí quiso una segunda cita con Iván porque "tenemos en cosas en común", pero él no quiso volver a quedar y lo argumentó diciendo que "aunque le parece una chica genial, su ritmo de vida fiestero no encaja conmigo".