Alabama aprueba la ley antiaborto más restrictiva de EE UU, que lo impide incluso en casos de violación e incesto

  • Solo lo permite cuando la salud de la madre esté en peligro.
  • Aún no ha entrado en vigor porque choca con un fallo del Supremo de 1973 que sus impulsores pretenden recurrir.
Miles de personas manifestándose en las calles de Washington contra el aborto.
Miles de personas manifestándose en las calles de Washington contra el aborto.
ATLAS/ARCHIVO
Miles de personas manifestándose en las calles de Washington contra el aborto.

El Legislativo de Alabama aprobó un proyecto de ley que prohíbe el aborto en ese estado sureño y desafía así la legalidad de esta práctica en Estados Unidos, consagrada en un fallo del Tribunal Supremo de 1973.

La Cámara Alta de Alabama dio el visto bueno al proyecto por 25 votos a favor y 6 en contra después de que la Cámara Baja lo hiciera en abril, por lo que la aprobación del texto queda ahora en manos de la gobernadora, Kay Ivey, que debe ratificarlo.

Ivey, republicana, no ha manifestado por el momento un apoyo al proyecto.

El proyecto aprobado por el Legislativo es el más restrictivo de los tramitados hasta la fecha en EE UU y prohíbe el aborto incluso en casos de violación e incesto, solo permitiéndolo cuando la salud de la madre esté en peligro.

La enmienda introducida por los demócratas para permitir en el texto el aborto en los casos de violación e incesto fue rechazada por 21 votos a 11.

Los promotores del proyecto son conscientes de que la ley no entrará en vigor, al menos por ahora, ya que contradice el fallo del Tribunal Supremo de 1973 conocido como Roe v. Wade, que legalizó la práctica del aborto en todo el país.

Su objetivo, sin embargo, es iniciar una batalla legal que lleve el proyecto hasta el Alto Tribunal para que sus magistrados puedan reconsiderar el fallo de 1973 y por lo tanto la legalidad del aborto en EE UU.

"Este proyecto va de desafiar a 'Roe v. Wade' y de proteger las vidas de los nonatos", reconoció su promotora, la representante republicana Terri Collins. "Este es el camino por el que eventualmente llegaremos a donde queremos llegar", añadió.

En EE UU  el aborto es legal en la práctica desde que en 1973 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo.

En los últimos años, sin embargo, el movimiento conservador ha tratado de que el Alto Tribunal, de mayoría derechista, vuelva a estudiar su constitucionalidad para revertir la decisión de 1973.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y los nombramientos en el Supremo de los jueces conservadores Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh han supuesto esperanzas renovadas para los que anhelan su prohibición.

Mientras tanto, el Partido Republicano ha tratado de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto amparadas en los derechos religiosos y la salud de las mujeres.

Trump, además, ha retirado la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos, una medida dirigida sobre todo a Planned Parenthood, la mayor de estas organizaciones en el país contra la que los conservadores tienen una cruzada.

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