Así lo ha expresado Nart en una visita de campaña a la capital gallega, donde ha indicado que "la excelencia es enemiga de lo bueno". "La prepotencia política, que significa que la verdad reside en mí, y si residiendo en mí no se hace lo que yo digo no se hace nada y en consecuencia las aguas siguen contaminando el río Sar", ha lamentado el eurodiputado.

Para él, "por encima de los políticos está la ciudadanía", por lo que "no se pueden perder los beneficios y la financiación de la UE por miserias políticas o por pensar que la verdad reside en su Santo ombligo", ha señalado Nart en relación a la posible pérdida de los fondos FEDER para la EDAR de Compostela.

"La depuradora no se hace porque mi glorioso pensamiento indica que no tiene que hacerse lo que yo diga y en consecuencia perdemos la financiación de la UE. Eso tiene que acabarse de forma radical", ha criticado Nart (en alusión, aunque sin nombrarlo, al alcalde compostelano Martiño Noriega) tras reunirse con los responsables de la Cámara de Comercio de Santiago.

"MAGNÍFICA OPORTUNIDAD"

Por su parte, María Vilas ha lamentado la "futura" pérdida de los fondos que venían de la UE para una obra "vital" para el saneamiento del Sar en Santiago, una acción que "lleva más de 20 años de retrasos y con una mala gestión por decisiones políticas y no por poner encima de la mesa los problemas de la ciudadanía".

Así, ha criticado que el nuevo proyecto "que ahora pretende iniciar el alcalde por las últimas negociaciones que hizo en Madrid", va a tener "repercusión en los bolsillos de la ciudadanía".

"Se perdió una magnífica oportunidad que Santiago de Compostela tardará muchos años en recuperar y en poder sanear el río y, además, la situación de la actual depuradora no creemos que aguante los años que va a tardarse en realizar el nuevo proyecto", ha sentenciado Vilas. El cambio de localización con respecto al proyecto inicial ha provocado, según Vilas, la necesidad de realizar un nuevo proyecto.

Actualmente, la depuradora está funcionando por encima de su capacidad máxima, "las instalaciones están obsoletas y se vierten contenidos sin la correcta depuración hacia el río Sar provocando la contaminación y malos olores de las aguas".

Ahora, el actual gobierno ha puesto en marcha en el "último momento" un "dialogo competitivo" que provocará de nuevo retrasos en la ejecución de la obra, porque supone volver a comenzar con la planificación de la misma, según Vilas.