En un comunicado, considera "absolutamente intolerable" que en pleno centro de Sevilla exista un dispositivo de cuidados críticos y urgencias, concretamente en Ronda Histórica, donde "un alumno -médico interno residente de la especialidad de medicina de familia- no tiene acompañamiento de ningún médico especialista que tutorice su formación".

"Y la única excusa que se da desde la dirección es que no hay médicos que quieran trabajar en ese centro", advierte, tras entender que esto es "muy sintomático sobre la nefasta gestión que se está haciendo en un centro tan importante como es el Distrito Sevilla". A ello, añade que "alguien, en plena formación, tenga que abandonar una guardia porque se encuentra en absoluto desamparo es muy preocupante".

Ante esta situación, afirma que la Gerencia del Servicio Andaluz de Salud (SAS) debería "cuestionarse" la política de personal que se está llevando a cabo, que "más allá de solucionar los problemas de nuestros profesionales se están agravando conforme avanza su gestión".

Además, indica que en Sevilla "seguirán sin abrir los centros por las tardes en verano, no se aumentarán los vehículos para poder hacer las visitas domiciliarias y la tan cacareada 'despolitización' de la gestión es una quimera con situaciones como la de 'asesores' del gerente del Distrito de los que se desconoce sus funciones, su lugar de trabajo y la forma de elegirlo".

Asegura que los centros siguen "igual de saturados, las consultas igual de desbordadas, los servicios sin especialistas, en muchos momentos y la transparencia brilla por su ausencia". "Casos como el ocurrido estos días ponen en evidencia la política sanitaria que se está aplicando que no es otra que la de vender humo", señala.

Por ello, UGT Sevilla exige "soluciones reales" a los problemas de falta de profesionales en el Distrito Sevilla y que se ofrezcan condiciones "atractivas y dignas" para conseguir atraer médicos de familia y, "desde luego, el dejar prácticamente solo a un residente de tercer año ya que, además de una ilegalidad, es una falta de respeto a la profesión y a los ciudadanos".