Ante la Audiencia Provincial de Baleares, el hombre ha aceptado este lunes los hechos, que ocurrieron desde mediados de 2012 y hasta 2015, después de que se haya llegado a un acuerdo entre las partes.

En concreto, cuando se quedaban a solas, le agarraba los brazos o la cara, mientras la besaba en la boca y le tocaba nalgas y piernas.

Esto ha provocado que la menor sufra malestar emocional en forma de ansiedad y temor.

Cabe resaltar que la pena de cárcel se ha suspendido por tres años en los que el condenado no deberá cometer delitos. Además, deberá cursar un programa de educación sexual.

Asimismo, se le ha impuesto una prohibición de acercamiento de 10 años y una indemnización de 5.000 euros, que ya ha consignado.