En una entrevista a Europa Press, en el contexto de la Master Class 'La importancia de las emociones en el aula', ha creído que para que el profesor "enganche" a sus alumnos debe entrar "emocionado" en el aula.

Por otro lado, ha creído que es necesario trabajar las emociones en el aula "de forma programada; no en un momento puntual". "La emoción influye en el aprendiza, mejora la atención y activa la curiosidad", ha indicado.

Así, ha creído que se debería planificar, dentro de la estructura de cada ciclo, qué tipo de emociones, y cómo, se va a trabajar. "Hacer una planificación para preparar al alumno emocionalmente", ha dicho al tiempo que ha reclamado que "no solo debe emocionarse el alumno también el docente".

Para trabajar las emociones, ha relatado, primero hay que ponerles nombre e identificarlas y, después, saber gestionarlas, esto es, "conocer qué emoción es, cómo me afecta y cómo puedo integrarla en mi vida", ha dicho.

Ha asegurado que "el alumno tiene que ser feliz", porque "cuando un niño se lo pasa bien, no hablando un lugar lúdico sino en el de sentirse a gusto, es feliz, se siente querido y emocionado por ir al colegio, entonces se asimila mejor el aprendizaje".