16 policías declaran por extorsiones a ciudadanos chinos

  • Los comerciantes denunciaron que los agentes robaban dinero.
  • Los robos se hacían durante los registros de sus tiendas de Usera.
  • Los policías perseguían una red de falsificadores de tarjetas.

Un total de 16 agentes de la Policía Nacional, en su mayoría adscritos a la Brigada de Seguridad Ciudadana del servicio de noche de Madrid, testificarán hoy ante la jueza María Luz Reyes en el procedimiento en el que se investigan supuestos robos denunciados en marzo de 2007 por comerciantes chinos de Usera por parte de los Centauros durante el registro de sus establecimientos, informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La titular del Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid interrogará a 15 Centauros y a un agente de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) para que respondan sobre las acusaciones vertidas por los dueños de los establecimientos objeto de los presuntos robos. En la misma causa, la magistrada investiga a varios agentes de Asuntos Internos por la presunta detención ilegal de cuatro Centauros a consecuencia de las denuncias de los ciudadanos orientales.

Agentes de paisano 

Según los comerciantes, los policías entraban de paisano a los locales, mientras que otro grupo uniformado esperaba en la calle. En el interior, los agentes les solicitaban la documentación y se salían fuera para comprobarla. En ese momento, se hacían con el dinero en efectivo, sin que los comerciantes se percatasen del robo.

Entre marzo y febrero, algunos de los propietarios de los establecimientos denunciaron a los agentes y a su inspector. Les acusaban de robarles

al menos 5.700 euros y de someterles a cacheos, en los que presuntamente les sustraían el dinero en efectivo de sus carteras.

Se da la circunstancia de que los agentes investigados vigilaban desde principios de 2007 a varios orientales, chinos y malayos, así como a los locales que regentaban ante las sospechas de que podrían forman parte de una red ilegal de falsificación de tarjetas de crédito.

"Denuncias fraudulentas" 

Gracias a la investigación de los agentes detenidos, la Policía certificó que algunos de los denunciantes pertenecían a una red ilegal internacional de tarjetas de crédito que operaba en Madrid. En concreto, se detuvo a dos españoles, seis chinos y otros seis naturales de Malasia.

Entre las denunciantes, figuraba Fei Fei Jin, de 22 años y de nacionalidad china, que regentaba un karaoke llamado 'Do,Re,Mi'. A Fei Jin se la consideró la principal cabecilla de la red de falsificación, ya que se encargaba de coordinar los grupos que integraban esta banda. Su local fue objeto de varios registros por parte de los agentes.

Tras la desarticulación de la red, el Grupo XX de Crimen Organizado elaboró un informe interno en el que daba cuenta de la posibilidad de que las denuncias de los comerciantes chinos contra los citados agentes fueran "fraudulentas o maliciosas con el fin de evitar la presión a la que estaban siendo sometidos mediante los registros y las identificaciones frecuentes".

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