Las cacerolas han vuelto a sonar en la capital argentina de Buenos Aires por tercer día consecutivo. Las patronales agrarias no han hecho caso de las palabras que este jueves pronunciaba la presidenta Cristina Fernández de Kichner, quien pedía el fin de los paros que el campo mantiene desde hace dos semanas para iniciar un diálogo que permita resolver la crisis.

"Les pido que levanten el paro para dialogar", dijo Fernández, oradora única del acto peronista multitudinario organizado por su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner.

"Las puertas de la Casa de Gobierno están abiertas, pero, por favor, levanten la medida contra el pueblo", insistió la mandataria, en un tono mucho más conciliador que el utilizado el pasado martes, cuando se refirió a los productores agrarios como "piquetes de la abundancia" y advirtió que no cedería a "extorsiones".

Ruido en la ciudad 

Pero las intenciones de la mandataria han caido en saco roto ya que ciento de personas repitieron por tercer día consecutivo sus protestas. Los alimentos no llegan a los mercados principales de Buenos Aires y muchos comerciantes ha empezado a llevar sus mercancias a sus casas por temor a previsibles saqueos. Cualquier utensilio de cocina valía en las calles de la ciudad tomadas por los huelguistas para hacer ruido.

En otros puntos del país, se han producido diversos enfrentamientos entre huelguistas y camioneros que están dispuestos a romper los bloqueos.

Miembros de varios piquetes de trabajadores rurales que bloquean carreteras en todo el país desde hace dos semanas declararon a la televisión que las medidas de fuerza continuarán porque el discurso no satisfizo las expectativas. Pero algunos dirigentes de las cuatro entidades rurales organizadoras de la protesta afirmaron por su parte que el discurso presidencial "cayó bien".

El paro rural fue convocado por las cuatro principales entidades agropecuarias del país en rechazo al aumento de los impuestos a las exportaciones de productos del campo aprobado a comienzos de este mes por el Ejecutivo.