Esta empresa de Zamora está acusada de haber provocado un quebranto económico al Ayuntamiento de Jaén del entorno de los cuatro millones de euros con facturas infladas en el servicio de mantenimiento de las fuentes ornamentales y de beber.

"Yo soy ingeniero, no soy ni jurista ni abogado", ha dicho Requena, en declaraciones a los periodistas, para referirse al escrito de calificación provisional presentado en el juzgado por el Ayuntamiento de Jaén, administración que está personada en la causa.

Ha lamentado que desde "hace tiempo que la presunción de inocencia en la sociedad civil y sobre todo vinculada a la política parece que es un principio jurídico que no está garantizado". Ha subrayado que él cree en la presunción de inocencia y en la justicia por lo que "no puedo hacer ninguna valoración más que la de defender la honestidad de aquellas personas que sin que haya habido un juicio se les pueda juzgar de forma paralela fuera de las instituciones judiciales".

Por eso abogado por "practicar colectivamente" la presunción de inocencia y "no criminalizar previamente a nadie antes de que se celebre el juicio".