La crecida del Ebro ya ha provocado daños en cientos de hectáreas de cultivos en los pueblos de la Ribera y en varios puntos de la Expo. Aun así, es una riada con menos caudal que las ordinarias, y mucho más leve que la registrada el año pasado.

La cresta de la avenida llegará a Zaragoza en torno a la medianoche. Para ese momento, se espera un caudal de unos 1.325 metros cúbicos por segundo. Al mediodía, el Ebro alcanzaba los 3,15 metros de altura y unos 1.000 metros cúbicos por segundo.

La riada ha entrado ya en los terrenos de la Expo. La estructura metálica del espectáculo Iceberg está inundada, así como parte del Puerto Fluvial de Ranillas. De momento, el agua aún no ha llegado al Anfiteatro, aunque está previsto que lo haga a lo largo del día, al igual que a la plaza temática Inspiraciones Acuáticas.

La Expo ha asegurado que no levantará motas de protección para prevenir la riada y que suspenderá la actividad en las obras afectadas hasta que el agua salga del recinto.

Inundación de cultivos

En los pueblos de la Ribera del Ebro, como Novillas o Pradilla, la riada empieza a remitir aunque ha anegado cientos de hectáreas de cultivo. Es el caso de Novillas, donde se han visto afectadas 500 hectáreas, fundamentalmente de alfalfa y trigo. El río superó anoche los seis metros de altura, aunque el agua en esta ocasión no ha afectado al casco urbano.

"Esto entra dentro de lo previsible, seguramente mañana el río esté ya en su nivel normal. El año pasado fue mucho más grave, con más de 2.500 hectáreas anegadas", explica el alcalde de la localidad, José Ayesa.

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