Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) no ha detectado en el último mes ningún afectado más en la plantilla por su potencial exposición a las fibras de amianto en el suburbano y, según las últimas cifras actualizadas, la cifra se mantiene en 25.

Concretamente, 22 de los afectados presentan engrosamientos pleurales, dos placas pleurales no calcificadas y uno placas pleurales calcificadas.

Ninguno de estos casos reviste gravedad, según la empresa, ni ha requerido atención médica y solo se les ha recomendado un control periódico más frecuente dentro del programa de vigilancia.

Con todo y con eso, hay una persona más no incluida en los 25 casos que sigue en situación de incapacidad temporal en periodo de observación por una posible enfermedad profesional a la espera de pruebas y del diagnóstico definitivo.

En cambio, dos personas más han salido de este estatus y han recibido el alta. Hasta principios del mes de mayo, de los 1.064 trabajadores convocados a pasar una revisión médica ya la habían finalizado el 83,5%.

Paralelamente, la semana pasada 329 personas que han trabajado en el metro en los últimos 15 años y que ya no forman parte de la plantilla comenzaron las visitas médicas. Primero les analiza un especialista externo en neumología que valora su posible exposición al amianto y si presenta algún tipo de afectación se deriva al sistema público de salud.

Por otra parte, TMB ha informado que descarta la detección de amianto en la pintura bituminosa antisonora en los 12 coches motores tipo MB de la serie 2000 de la línea 3 que ya habían sido certificados como libres de amianto, así como en las series 2100 y 5000.

Los fabricantes de trenes más modernos, de las series 5000, 6000 y 9000, han certificado que ya se fabricaron bajo la normativa que prohibe el uso, producción y comercialización del amianto.