"Se la llevaron hace un año. Estaba muy deteriorada, especialmente la parte del tisú, que estaba muy abierta y el metal había oxidado. Había muchas grietas en la propia bandera pero el Ivacor es un centro de referencia y ha hecho un magnífico trabajo. Ahora ha quedado espectacular y ya está expuesta como una nueva joya dentro de nuestro museo", asegura el presidente del Colegio del Arte Mayor de la Seda, Vicente Genovés.

Todos los trabajos han ido encaminados a conservar la Senyera sin añadir ningún elemento nuevo. La restauración de esta pieza ha sido impulsada por el Colegio del Arte Mayor de la Seda, con la colaboración de la Fundación Hortensia Herrero.

"Esta Senyera tiene una historia muy peculiar y cariñosa para nosotros. El fabricante Eduardo Sanchis Alcañiz, allá por el 1927, tuvo un encargo de su gran amigo Vicente Blasco Ibáñez, cuando estaba en el destierro de Mentón. Le pidió que le hiciera una Senyera porque tenía morriña de tener un símbolo valenciano cerca de él. Entonces hizo cuatro Senyeras, la que le mandó a Blasco Ibáñez y está expuesta en el museo del dramaturgo en la Malvarrosa, la que custodia el Ayuntamiento de València, de una tercera se desconoce el paradero y la cuarta es la que se quedó el propio fabricante", relata Genovés.

"El hijo del fabricante, Eduardo Sanchis Romero, colegial de esta institución, fue el que en el año 1969 la donó al Colegio. Estuvo siempre expuesta en la Sala de la Fama mientras era el lugar de reuniones del gremio sedero", añade.