Más Madrid ha presentado este martes el diseño de las papeletas electorales para el 26 de mayo. Un mero trámite si no fuera por que el partido ha dado a conocer que los rostros de Manuela Carmena e Íñigo Errejón, aspirantes a la alcaldía de Madrid y a la presidencia de la Comunidad, respectivamente, figurarán en la casilla reservada al logotipo. La formación evidencia así su estrategia para sobreponerse al bajo conocimiento de marca que lastra a esta plataforma creada hace solo unos meses por la regidora junto al exdirigente de Podemos.

Fuentes de Más Madrid justifican que la idea de "apostar por la imagen" de ambos se debe a que son, a su juicio, los más populares de todos los candidatos. Además, apuntan que esta vía ilustra uno de sus argumentos clave de campaña: la noción de "cooperación" entre "administraciones y generaciones". La foto de Carmena, eso sí, se reemplazará por la de los cabezas de lista de cada municipio.

La estrategia es la misma que empleó Pablo Iglesias en 2014, cuando imprimió su retrato en las papeletas moradas para las elecciones al Parlamento Europeo, las primeras a las que se presentaba Podemos cuatro meses después de su fundación. Dado este precedente, la regidora ha descartado este martes que la Junta Electoral pueda tirar abajo una iniciativa que permite identificar claramente la candidatura y, al tiempo, evitar que el voto a Errejón del electorado capitalino vaya a su exformación.

La noticia llega después de que ese organismo haya resuelto que Más Madrid no puede participar en los debates en la radiotelevisión pública al ser un "partido de nueva creación" y haya restringido su presencia en espacios informativos y de propaganda. Esta mañana, la exjueza ha pedido en una entrevista en TVE actualizar la "conservadora" normativa de la Junta, que, ha considerado, ha cambiado los "criterios" frente a 2015 con el también incipiente Ahora Madrid.

Lo cierto es que el partido se ha lanzado a la precampaña criticando este "boicot", como lo ha calificado hoy la número dos regional, Clara Serra. Según sus cifras, 6.000 personas han ofrecido ya sus balcones para colgar banderolas y sortear ese veto.