La actriz Sophie Turner ha explicado cómo ir a terapia la ha ayudado para superar algunos momentos difíciles de su paso por la serie Juego de Tronos.

En una entrevista con la edición australiana de la revista Marie Claire, Turner se centró en la depresión que sufrió: "He experimentado enfermedades mentales de primera mano, y también he visto los daños colaterales que sufren quienes te rodean".

"[En mi adolescencia] mi metabolismo repentinamente decidió caer a las profundidades del océano y empecé a tener manchas y ganar peso, y todo esto me estaba sucediendo delante de cámara", prosigue la estrella que da vida a Samsa Stark.

Desafortunadamente, la gente no fue muy amable con la joven, quien iba ganando más popularidad por su papel en la serie. En un podcast de hace dos semanas, Turner habló sobre los comentarios que recibá sobre su físico. "La gente solía decir: 'Maldita sea, Sansa ganó 10 libras (4,5 kilos)' 'o' Maldita sea, Sansa necesita perder 10 libras '' o 'Sansa engordó'", comenta.

"Eran un montón de comentarios sobre mi peso, mi piel y que no era una buena actriz", prosigue.

La estrella explica que ir a un terapeuta la ayudó a lidiar con esta presión. "Todos necesitamos un terapeuta, especialmente cuando las personas te dicen constantemente que no eres lo suficientemente bueno y que no te ves lo suficientemente bien", dijo. "Creo que es necesario tener a alguien con quien hablar y que te ayude".

La actriz siempre ha sido muy transparente sobre sus problemas de salud mental.  No hace mucho habló sobre la depresión que sufrió durante sus últimos años de adolescencia, en parte, porque trabaja en Juego de tronos mientras sus amigos estaban en la universidad. Con frecuencia acudió a Maisie Williams, compañera en la serie, en busca de apoyo, pero admitió que su amistad tenía un "lado destructivo".

"Solíamos llegar a casa desde el set, ir a un pequeño supermercado a comprar comida, volver a la habitación y comer en la cama. Nunca socializamos hasta pasados unos años".