Respeto, experiencia y si se quiere correr, hacerlo en un circuito. Àlex Crivillé apela a estos factores para frenar el imparable ascenso de accidentes mortales en moto.

El departamento de Interior y Trànsit han vuelto a echar mano del bicampeón del mundo de motociclismo -hace 20 años concienció sobre el uso del casco- para ser la imagen de una campaña institucional que intentará disminuir la siniestralidad.

Gas y cabeza, conectados

En lo que llevamos de año, 12 motoristas han perdido la vida en las carreteras catalanas. En 2007, murieron 83 -el 43% eran hombres de entre 25 y 34 años y en el 42% de los casos conducían motocicletas de gran cilindrada-. Y en 2006, los fallecidos fueron 66.

Crivillé, único piloto español que ha ganado un campeonato del mundo de 500 cc, insistió en que «en la moto el conductor es la carrocería. No es lo mismo caer en un circuito que en una carretera». Y recordó que en la carretera, un árbol, una valla o un obstáculo como un coche pueden ser mortales en caso de sufrir una caída.

En el anuncio, Crivillé recuerda que ha competido durante 15 años, ha participado en 178 grandes premios, ha conseguido 20 victorias y dos títulos mundiales pero que, a pesar de todo, «sigo respetando la moto como el primer día».