Una torre de Babel en Huelva

  • En Agromartín conviven 370 personas de seis nacionalidades.
  • Pronto serán más de 600 en esta empresa de fresas y naranjas.
  • A cada temporero que llega se le asigna un tutor.
Un grupo de inmigrantes en la empresa Agromartín.
Un grupo de inmigrantes en la empresa Agromartín.
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Un grupo de inmigrantes en la empresa Agromartín.

El lenguaje fue el obstáculo que no supieron salvar los constructores de la Torre de Babel de la antigüedad. En Lepe (Huelva), lo han salvado y con nota.

La empresa Agromartín , dedicada al cultivo de la naranja y la fresa, lleva seis años contratando en origen a trabajadores extranjeros. En sus instalaciones trabajan en estos momentos 370 personas y, en pocos meses, serán 620. Provienen de España, Marruecos, Bulgaria o Rumanía.

«Llegan con miedo, sobre todo las mujeres

Este año, por primera vez, también los hay de Senegal y de Ucrania. «Llegan con miedo, sobre todo las mujeres», dice Allal Nejjari, el encargado del personal.

Por ello, a cada trabajador nuevo se le asigna una especie de tutor (otro compañero con experiencia) «para que se suelte» y se les da un curso de español.

Los que más tardan en hacerse con la lengua son los de Marruecos, mientras que los rumanos «se defienden al mes y medio de haber llegado», añade.

Después, se les integra en una de las cuadrillas de la empresa, en las que hay trabajadores de las diferentes nacionalidades.

Sólo conviven con sus compatriotas de noche y porque las viviendas que dan cobijo a los trabajadores durante la campaña se han organizado por países.

Fiestas culturales

Para conseguir que la integración sea total, desde hace algunos años, todos los sábados y los domingos se organizan fiestas especiales.

«Cada 30 minutos se pone música de un país», explica José Antonio Martín, gerente de la empresa, a 20 minutos, y celebran los cumpleaños de todos. Y para reafirmar lo positivo de la experiencia Martín asegura, que de problemas de racismo, «poquitos, poquitos».

"APRENDES DE TODO"

Allal Nejjari es de Marruecos y tiene 29 años. Lleva en España cinco años. «Llegué como peón» y ahora es el encargado de personal de esta empresa.

«Como estás con gente de distintos países, poco a poco aprendes vocabulario, sus tradiciones, su gastronomía... su cultura». En todo este tiempo «nunca ha habido problemas» e, incluso, ha visto como nacían distintas parejas entre sus compañeros. «Una de ellas ya se ha casado y son padres de un niño».

"NO HE TENIDO PROBLEMAS"

Ana Bordeano es de Rumanía y tiene 48 años. Trabaja en Agromartín desde hace cinco años. Aunque en su país vive su marido y su hijo de 21 años (tiene una hija de 24 años que estudia en América), se decidio a venir a España porque «tenía que conseguir dinero para mi familia. Cuando llegué por primera vez noté diferencias de cultura, mentalidad... pero me acostumbré y nunca he tenido problemas».

Convivencia en más provincias

Además de Huelva, Almería y Córdoba acogen a numerosos trabajadores extranjeros. Según COAG Andalucía, Huelva es donde más contratos en origen se realizan:2.500 el año pasado y 2.800 en el actual.

Le sigue Almería:unos mil en 2007 y cien en lo que va de año (la cifra aumentará en verano). Mientras, en Córdoba las cifras son más bajas:150 contrataciones tanto el año pasado como el actual.

En las dos primeras, hay trabajadores de Rumanía, Marruecos, Ucrania, Colombia y hasta de Filipinas. En Córdoba, fundamentalmente, de Rumanía.

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