El candidato socialista a la Alcaldía, Julio Millán, ha señalado en una nota que, como el PSOE viene advirtiendo desde hace más de dos años, "seguir el camino hacia la anulación definitiva del PGOU era arriesgado e inseguro".

"Todos sabíamos que con sentencias similares a las que tumbaron otros planeamientos como el de Marbella y con varios recursos más contra el plan en el juzgado la anulación definitiva no tardaría mucho", sostiene.

Por ello, Millán señala que "desde el PSOE recomendábamos al alcalde dar soluciones a inversores, promotores, constructores, emprendedores y vecinos en general con modificaciones puntuales del PGOU de 1996, como hacen los municipios con PGOU que han corrido la misma suerte que el de Jaén, y, sobre todo, ponernos manos a la obra con un plan nuevo".

Sin embargo, recuerda que "el mismo alcalde que en aquel momento prefirió no seguir este consejo es hoy, dos años después, con todo por hacer, el que tiene que volver a la vía del PGOU de 1996 con la que podría estar trabajando desde hace tiempo".

En este sentido, ha lamentado el tiempo perdido especialmente con los vecinos de las viviendas en Suelo Urbano No Consolidado (Tentesón I y II, La Manseguilla, Los Bermejales y Cerro Molina), "que han visto pasar dos años en los que su alcalde les dio falsas esperanzas y les mintió diciendo que el tiempo que durase en suspensión la anulación de este PGOU sería para sacar adelante a contrarreloj su situación".

"Lo sentimos terriblemente por ellos, con los que el PP ha demostrado una gran deslealtad política y muy poco sentido del servicio público que deben prestar las administraciones", ha manifestado el portavoz socialista.

Millán señala que la "tremenda" inseguridad jurídica en la que el alcalde ha tenido a esta ciudad estos dos años por no acudir a la vía del PGOU de 1996 "no ha sido solo una preocupación del PSOE".

"Lo han expresado públicamente empresarios que finalmente han optado por implantarse en otros municipios, las administraciones públicas que tenían inversiones pendientes de ejecutar, los arquitectos y los aparejadores por el limbo urbanístico en el que se encontraba Jaén y los constructores, incapaces de ponerse a trabajar con un plan que sabían que no tenía recorrido", sostiene.

La "única razón" de mantener vivo este plan era "priorizar unos intereses concretos, sus intereses, en lugar del interés general, y Javier Márquez lo sabía aun desoyendo las advertencias sobre las consecuencias para el progreso de Jaén de esta interinidad. Jaén estaba paralizada por el riesgo de anulación definitiva del PGOU y el alcalde ha tardado dos años en reaccionar", concluye.