Condenan a 21 años de cárcel al profesor acusado de abusos en Los Maristas Sants-Les Corts

Joaquim Benítez, a la salida de la primera sesión del juicio del 'caso Maristas'.
Joaquim Benítez, a la salida de la primera sesión del juicio del 'caso Maristas'.
ACN
Joaquim Benítez, a la salida de la primera sesión del juicio del 'caso Maristas'.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 21 años y 9 meses de cárcel a Joaquim Benítez, exprofesor de gimnasia del colegio Maristas Sants-Les Corts, por cuatro delitos de abuso sexual cometidos a exalumnos, dos de forma continuada. El fiscal reclamaba para el acusado 22 años de prisión por cuatro delitos sexuales y las acusaciones 36 años.

Según ha informado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la sentencia de la Sección 21 de la Audiencia le impone una indemnización total para las cuatro víctimas de 120.000 euros.

Al finalizarse el juicio, a finales de marzo, en el que Benítez confesó y dijo que actuó al sentirse "amparado" por Maristas, la Fiscalía mantuvo la petición de 22 años de cárcel para Benítez por dos delitos de abuso sexual continuado y dos de abuso sexual, mientras que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona pidieron 35 y 26 años de prisión, respectivamente.

Además de la condena de prisión, la Audiencia impone una inhabilitación para ejercicio de la profesión docente de 13 años y 8 meses y orden de alejamiento y prohibición de comunicación respecto de las víctimas.

La sección 21 de la Audiencia de Barcelona da por probado que el acusado aprovechó su condición de profesor de educación física de un centro escolar religioso de Barcelona donde trabajó entre los años 1999 y 2011, por abusar de cuatro alumnos en varias ocasiones. Según recoge la sentencia, el acusado dispone de un despacho propio con una camilla en la que llevaba a los alumnos para realizarles masajes que aliviaran posibles lesiones.

Era en estas situaciones, recoge la sentencia, cuando se daban situaciones de abuso sobre las víctimas sin consentimiento de los menores "Aprovechando su ascendencia y jerarquía como profesor de educación física, y de la confianza que los alumnos tenían por ello depositada en él".

El tribunal, en su resolución afirma que "... los hechos que sufrieron los denunciantes constituyeron una experiencia vital negativa en un momento en que todavía no tenían desarrollada su personalidad, y que como tal ha condicionado el cómo son de adultos. De manera que hoy son los hombres que son, en parte, por haber  padecido la conducta del acusado. Y ello no tiene precio ni reparación posible".

"El daño infligido, como hemos venido diciendo, nada tiene que ver con lesiones físicas o las secuelas asociadas a la recuperación, hospitalización, etc. En este caso se ha condicionado el desarrollo de la personalidad de cuatro menores de edad por la  comisión de un hecho perverso y odioso que supuso su primera experiencia sexual y que ha incidido, en consecuencia, de forma permanente en su vida".

El juicio tuvo lugar en la Audiencia de Barcelona entre los días 25 y 27 de marzo, y la sesión de declaración de las víctimas se celebró a puerta cerrada.

Barbero seguirá pidiendo responsabilidades por la vía administrativa

Manuel Barbero, el padre de la primera víctima que denunció abusos en la escuela Marista, ha afirmado que la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena al abusador confeso de los Maristas es "ejemplar" pero que "seguirá pidiendo responsabilidades por la vía administrativa".

Para Barbero, la actitud del tribunal es "un paso muy importante para las víctimas", porque "no las cuestiona", ha reconocido a los medios de comunicación tras conocer la sentencia, que condena a 21 años y 9 meses de cárcel al abusador confeso de los Maristas Joaquim Benítez, por su conducta "perversa y odiosa".

"Estoy contento" y "me quedo con el triunfo de esta sentencia que es ejemplar, no sólo por la pena, sino porque repara el daño moral" ha agregado Barbero.

A pesar de ello, ha añadido que "ningún dinero paga el daño que se ha hecho a estos menores" y que "continuará pidiendo responsabilidades, más allá de las que tenga Joaquim Benítez, por la vía administrativa para la institución".

"Espero reunirme pronto con el conseller (Josep) Bargalló (Enseñanza)", ha manifestado Benítez a los medios de comunicación tras conocer la sentencia, y espera que "si se puede sancionar a la institución, que se la sancione".

"Esto no puede quedar impune", ha añadido, por lo que su trabajo "continúa para el resto de víctimas que no ha tenido respuesta por la vía judicial".

"Me quedo con el triunfo de esta sentencia, que es ejemplar", ha insistido, al tiempo que ha recalcado: "hay que cambiar la ley que valora los daños morales a las víctimas porque no puede ser que una persona abuse de un menor y que se valoren tan mal los daños desde un tribunal".

Por su parte, Iván Fernández, el abogado que ha representado los intereses de Manuel Barbero y de su hijo, ha considerado que la sentencia "abre la vía a presentar una denuncia por la vía civil para las víctimas que se quedaron fuera del procedimiento penal y que puedan tener una indemnización económica".

Estas víctimas "no van a recibir respuesta por la vía penal porque el delito ha prescrito", según el abogado, pero "sí podrán obtener una indemnización por los daños morales y las secuelas que sufrieron".

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