En total, según informa la organización a través de un comunicado remitido a Europa Press, participaron en este plan 1.144 personas que acudieron para mejorar su empleabilidad.

De ellas, 656 fueron mujeres (57 por ciento), quienes siguen siendo la población que sufre mayores brechas y desigualdades para acceder al mercado laboral, seguido por las personas migrantes y refugiadas, jóvenes sin cualificación y las personas desempleadas de más de 50 años, explica Cruz Roja.

En 2018, a las 331 personas que accedieron a una oportunidad laboral tras su paso por el Plan de Empleo de Cruz Roja hay que añadir 196, que mejoraron sus competencias profesionales, aumentando por tanto sus posibilidades de acceder a un empleo. La mayor parte de estos perfiles corresponden a las personas que están más alejadas del mercado laboral: un 41 por ciento no tiene estudios y un 95 se encuentran en situación de paro o inactivos.

Estas cifras no serían posibles sin la colaboración de las empresas, "una parte fundamental para transformar el mercado de trabajo", señalan desde la organización. El Plan de Empleo de Cruz Roja en la provincia ha contado en 2018 con más de 189 empresas colaboradoras que han permitido gestionar 150 ofertas de empleo y 165 prácticas formativas en diferentes sectores que necesitan profesionales y apuestan por brindar una oportunidad a quienes más lo necesitan.

El Plan de Empleo es un nexo de unión entre las personas y el mercado laboral. Por ello, resulta imprescindible la colaboración de las empresas generando alianzas y promoviendo la inserción laboral y el desarrollo profesional de estas personas para prevenir posibles situaciones de exclusión social, añade el comunicado.

VOLUNTARIOS

Además, 82 personas voluntarias de Cruz Roja en la provincia vallisoletana aportaron su tiempo, sus conocimientos y su experiencia para apoyar los procesos de inserción laboral a lo largo de 2018.

Las actuaciones del Plan de Empleo de Cruz Roja están dirigidas a mejorar la empleabilidad y el acceso al empleo de quienes lo tienen más difícil y tienen más brechas (por ser mujeres, migrantes, jóvenes) desde la orientación en la búsqueda de trabajo hasta la propia inserción laboral, pasando por acciones formativas y prácticas profesionales que permitan trabajar en un sector determinado.

Además, en este esfuerzo, el Plan de Empleo de Cruz Roja Española cuenta con el apoyo de las administraciones públicas a través de los programas operativos de empleo juvenil (POEJ) y del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía social (POISES) cofinanciados por el Fondo Social Europeo y por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

En la provincia de Valladolid, la organización cuenta con financiación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la Junta de Castilla y León, los Ayuntamientos de Valladolid y de Medina del Campo, y la Fundación Bankia, concluye el comunicado.