Fuentes municipales han indicado a Europa Press que el Ayuntamiento ya ha recibido el proyecto por parte de la empresa después de que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico emitiera un informe sobre las mejoras a realizar en la musealización del centro de cara a la optimizar la conservación de los elementos que se expondrán en este centro de interpretación.

La concejal de Fomento del Ayuntamiento de Almería, Ana Martínez Labella, y la delegada territorial de Fomento y Cultura, Eloísa Cabrera, mantuvieron una reunión al respecto a finales del pasado mes de marzo, en la que se abordaron los pormenores relativos a la musealización del espacio y la cesión de los elementos que custodia el Museo Arqueológico de Almería tras la recuperación arqueológica.

Desde el Ayuntamiento han apuntado en este sentido que la constitución del catálogo ha permitido introducir mejoras en los sistemas de exposición y conservación del centro, ya que de este modo la musealización, que incluirá soportes digitales para dar mayor detalle sobre la vida del poblado andalusí del siglo XII y XIII, ha quedado "adaptada" de manera singular a las necesidades de las piezas.

Con esto, los técnicos municipales supervisan el documento definitivo elaborado por Patrimonio Inteligente para que, una vez reciba el visto bueno, el equipo de gobierno pueda sacarlo a licitación en las próximas fechas. A tal efecto, se ha reservado una partida de unos 450.000 euros para ejecutar estos trabajos que darán contenido al inmueble.

El proyecto de musealización prevé revalorizar los restos arqueológicos, "dando a conocer el origen de la ciudad, su relación con el mar y el puerto, cómo era la vida cotidiana en aquel entonces", por lo que el nuevo centro, que se incorporará a la red municipal de museos y será gestionado a través de personal del Área de Cultura, según detalló el alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, durante una visita al edificio el pasado mes de octubre.

El inmueble, de 573 metros cuadrados, acoge varias salas de uso polivalente en su primera planta, talleres y una oficina de turismo, mientras que la segunda ha sido concebida fundamentalmente para la protección, conservación y divulgación del yacimiento arqueológico, de modo que ofrece vistas a las antiguas casas-cueva que quedan integradas en el espacio.

Las salas, dispuestas como piezas sueltas identificadas con distintos colores, admiten un uso flexible y polivalente, por lo que en todas ellas se pueden realizar actividades relacionadas con la interpretación de los restos arqueológicos y otras actividades de tipo cultural o social.

En el edificio se ha integrado un ascensor que facilite el acceso público al nivel de las cuevas existentes que conforman la denominada explanada del Mesón Gitano. El ascensor dispone de un acceso independiente desde el espacio público, que permite su uso sin interferir en el normal funcionamiento del edificio.

Respecto del edificio y las obras incluidas en su adaptación, el arquitecto Ramón de Torres ha defendido su "singularidad" así como las medidas "innovadoras" introducidas en favor de la sostenibilidad. Así, ha hecho referencia al ahorro de energía que vendrán a proporcionar los captadores de energía geotérmica integrados en el inmueble.