Lambán ha visitado la ampliación de las instalaciones de la empresa frutícola Espax, en la localidad turolense de Villarquemado, acompañado por el alcalde del municipio, Federico Serrano, y el gerente de Frutas Espax, Leopoldo Serrano. En este municipio, la empresa dispone de una plantación de manzanos de cerca de cien hectáreas.

Se trata de un proyecto innovador de fruticultura en altura, ya que los campos se sitúan en torno a los mil metros con unos buenos rendimientos, que da trabajo en la actualidad a 16 personas, pero que llegan a más de sesenta en determinados periodos del año. La empresa estudia la ampliación del proyecto a más de cien hectáreas.

En declaraciones a los medios de comunicación, Lambán ha recordado que Aragón representa la quinta parte de la superficie total nacional española de fruta, siendo el principal productor nacional de cereza y el segundo de melocotón y manzana.

"Esta explotación frutícola es ejemplar", ha estimado Lambán, al sostener que es una experiencia piloto de cultivo en altura que "va en la línea de la necesidad de modernizar y de hacer rentable la agricultura en nuestro territorio".

El presidente ha precisado que la fruticultura ocupa un 3 por ciento de la superficie de la Comunidad, un diez por ciento del regadío, pero "supone un 28 por ciento el valor final del producto agrario aragonés". En este caso, se trata de una explotación de manzanas situada a mil metros de altura que recupera este cultivo en el que Aragón estaba "perdiendo posiciones".

La manzana "es un producto cada vez más demandado por el mercado y tenemos que recuperar nuestra posición", ha defendido Lambán, al recordar que Aragón es líder en fruta de hueso, como el melocotón, la nectarina y la cereza.

MEDIDAS

Ha estimado que, además, la manzana es un cultivo "muy adecuado" para zonas altas como esta población turolense, el Pirineo o Jaca, que "desde el punto de vista agrario tienen unos rendimientos muy limitados, en forma de cereal y similares, y a través de la fruta pueden alcanzar producciones muy elevadas".

"Si pensamos en fijar población con cultivos rentables, si pensamos en hacer atractiva la actividad agraria en zonas tradicionalmente inhóspitas, tenemos que pensar en este tipo de soluciones y para eso el Gobierno de Aragón, a través del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), está investigando variedades adaptadas a nuestro territorio y al gusto de los consumidores".

Lambán ha apostado por innovar en este sector, por "favorecer la puesta en regadío de muchas zonas, modernizar y hacerlo atractivo para que los jóvenes agricultores vayan al campo, tenemos que revisar la PAC para adaptarla a estas finalidades y ofrecer posibilidades de agricultura rentable como ésta, con muchas perspectivas de futuro".

FUNCIONA BIEN

Por su parte, el gerente de Frutas Espax, Leopoldo Serrano, ha detallado que esta plantación se puso en marcha hace tres años como apuesta de esta empresa de Lérida y "funciona todo bien". El problema en esta zona "son las heladas, pero con las torres antihelada, con las estufas, vamos superándolas".

El pasado año se lograron 4 millones de kilos en estas 90 hectáreas de manzana, de las variedades Gala, Golden, Granny y Fuji. La compañía ampliará el próximo año otras 60 hectáreas y está analizando la plantación de cerezos tardíos, de los que ya cuenta con un cerezo plantado de forma experimental y han comprobado que su flor "no se ha helado" con las bajas temperaturas en esta zona.

La extensión del cultivo del manzano en zonas de altitud entorno a los 1.000 metros, unido a la mejora varietal, de las técnicas de cultivo, así como de las estructuras comerciales y de promoción, además de posibilitar el reposicionamiento del cultivo al nivel que le corresponde a Aragón, supone una oportunidad para el desarrollo de dichas zonas dado que se trata de un cultivo exigente en mano de obra y con capacidad de generar valor añadido a través de su comercialización.

El desarrollo de este tipo de fruticultura orientada a la calidad diferenciada, que puede extenderse a otros cultivos como peral, cerezo, ciruelo y otros, no solo no permite excluir el regadío, sino que lo hace más necesario si cabe dada la necesidad de afrontar los mayores riesgos de helada mediante la tecnología de riego antihelada.

PESO RELEVANTE

Aragón ha mantenido un peso relevante en el contexto nacional en el cultivo del manzano, ya que se extendió a partir de los años 60 del pasado siglo en las zonas de menor altitud, caracterizadas por elevadas temperaturas estivales y baja humedad.

Estas condiciones inciden muy negativamente en la falta de color y de firmeza de los frutos, que son los atributos de calidad más valorados actualmente por los consumidores. Esta situación se ha traducido en que la superficie de cultivo y de la producción de manzanas en España, y particularmente en Aragón, durante los últimos veinte años se ha reducido a menos de la mitad.

En paralelo, las importaciones de manzana han aumentado en favor de los países que, habiendo sabido adaptar el cultivo a las condiciones de calidad y de comercialización exigidas por el mercado, han adquirido una competitividad que España no tenía.

Por esta razón, los expertos han desaconsejado que las nuevas plantaciones sigan ubicándose en zonas de baja altitud donde es difícil obtener la calidad exigida. Por el contrario, conviene seguir el ejemplo de Francia, Italia, Austria o Suiza, ya adoptado de hecho en Villarquemado, aprovechando la oportunidad de reubicar el cultivo en las zonas de montaña y de mayor altitud, como ocurre en varios lugares de Aragón.

CONDICIONES EXTRAORDINARIAS

Lambán ha recordado que la cuenca del Jiloca, por sus condiciones de altitud, orografías y de comunicación, presenta unas extraordinarias condiciones para la producción de manzana que responda a las condiciones de calidad necesarias para poder competir con la masiva importación procedente tanto de Europa como del hemisferio sur (Chile, Brasil o Nueva Zelanda).

Las cien hectáreas de producción de Villarquemado se dedican a variedades Royal Gala, Granny Smith, Fuji y Golden. La apuesta por esta localidad permite una producción en altura que permite obtener el fruto con un sabor, textura y característicos muy apreciados, ya que el clima frío retrasa la maduración respecto a otras comarcas frutícolas.

La plantación está totalmente modernizada con sistema de riego por goteo y dispositivo de protección contra heladas. La plantación de manzanos alcanza su plena producción tras cuatro años de crecimiento y que viene a dar unos cuatro millones de kilos.