Miles de madrileños se van de la región huyendo de los pisos caros y del estrés

  • Principalmente se marchan a Toledo y Guadalajara.
  • En el 2006 dejaron Madrid 107.000 ciudadanos.
  • Los más mayores prefieren jubilarse junto al Mediterráneo.

En Madrid las viviendas están más caras que en el resto de España, la vida es más estresante, la contaminación es mayor y el clima es menos apacible. Muchos madrileños acaban hartos de estas condiciones y deciden emigrar a otros puntos del país con mejor calidad de vida. En concreto,

107.155 madrileños (el 1,8% de la población) se marcharon a otras comunidades en 2006, frente a los 83.613 que dejaron su región para trasladarse a Madrid, según el Instituto de Estadística de la Comunidad.

Las provincias limítrofes de Castilla-La Mancha son las que más madrileños acogen. El 18,36% de los que se fueron llegaron a Toledo (19.680 personas) y el 9,55% a Guadalajara (10.242). «Es gente que trabaja en Madrid, pero prefiere vivir en lugares con la vivienda más barata y un estilo de vida más tranquilo. Vienen y van a diario por la facilidad del transporte», explica el demógrafo Juan Díez Nicolás.

Jubilados, al Mediterráneo

Las provincias mediterráneas son las siguientes en recibir a madrileños que cambian de residencia. Alicante acogió al 5,9% de los emigrantes (6.305); Barcelona, al 5% (5.363);Valencia, al 4,5% (4.854),y Málaga, al 3,4% (3.694). «Los que se van a vivir a las costas de Levante y Andalucía son, sobre todo, jubilados que venden su casa de Madrid para pasar su vejez en un sitio más agradable», según Díez Nicolás. Por el contrario, pocos eligen Teruel, Ceuta y Melilla (sólo el 0,17% de los emigrantes). Pese a las desventajas, Madrid también recibe a otros españoles. Estos inmigrantes son, sobre todo, de las dos Castillas. El 1,93% de los habitantes de Guadalajara se trasladaron a Madrid; seguidos de los de Ávila (1,45%), Toledo (1,26%) y Segovia (1,21%).

«Ésta es una comunidad de oportunidades, que se llena de gente que viene a estudiar y trabajar», dice el experto en demografía. Por ello, el 48,7% de las personas procedentes de otras provincias tienen entre 20 y 34 años, frente al 15,4% con más de 50. Díez Nicolas lo resume así: «Madrid se nutre de jóvenes que buscan trabajo y se vacía de mayores que quieren tranquilidad».

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