Debate de Atresmedia: los candidatos buscarán más agilidad y enfrentamiento para movilizar a los indecisos

El plató en el que se celebra el segundo debate.
El plató en el que se celebra el segundo debate.
ATRESMEDIA
El plató en el que se celebra el segundo debate.

Veinticuatro horas después de medirse en un debate a cuatro en RTVE, los candidatos a la presidencia del gobierno vuelven a encontrarse esta noche alas 22.00 horas en un segundo asalto en Atresmedia. Lo hacen después de haber podido revisar sus intervenciones con sus equipos para no caer en los mismos errores. En esta ocasión, participarán los mismos intervinientes pero con un formato más abierto donde los moderadores también harán preguntas.

En esta ocasión, Vicente Vallés y Ana Pastor serán los moderadores de un debate que se estructurará en tres bloques sobre programas, modelo territorial y pactos, y donde los asesores podrán acompañar a cada candidato durante la publicidad cual ring de boxeo. Serán cinco periodistas los que en la 'sala del tiempo' controlen los periodos de intervención de cada uno para garantizar un equilibrio, aunque sin criterios exactos de límite de tiempo.

Al terminar el debate en la televisión pública, los cuatro protagonistas mostraron su satisfacción tras su actuación ante los medios. Mientras que el resposable de campaña de Pedro Sánchez destacaba su "templanza y seriedad", Pablo Casado defendía que se había mostrado como la "única alternativa moderada". El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, incluso aseguró haberse divertido y se mostraba "con ganas de más", una postura distinta a la del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con algo de "amargura" por no haber obtenido un "no" de Sánchez a un posible pacto con Ciudadanos.

El presidente del Gobierno volverá a estar en la diana. Ya en la televisión pública su estrategia pasó por desviar los golpes de sus oponentes sobre Cataluña, los indultos y los ERE de Andalucía, y tendrá que seguir resistiendo en este segundo debate, que durará 30 minutos más. Sobre a todo a Albert Rivera, el único que consiguió plantarle cara y alterarle en ocasiones, pero también preparado a un tono posiblemente más duro del líder del PP.

Apenas tuvo que defenderse por el polémico uso del Falcon y de las instituciones públicas, asuntos con los que sí podrá verse atacado en esta vuelta. A su favor cuenta con su postura prácticamente inalterable del primer debate y las medidas sociales aprobadas durante su mandato y las previstas en una siguiente legislatura.

Más protagonismo de Pablo Casado

También inalterable se mostró Pablo Casado, que esta noche deberá tomar más protagonismo para presentarse como la "alternativa" a Sánchez, algo que intentó defender en la televisión pública y que quedó eclipsado por el líder de Ciudadanos. Su tono excesivamente moderado y risueño distó mucho del mostrado en sus últimas intervenciones, cuyos mensajes no supo mantener ante Sánchez en el cuerpo a cuerpo.

"¿De qué tiene manchadas las manos, señor Casado?", le preguntó el presidente del Gobierno recordando una reciente intervención del líder popular en la que acusaba a Sánchez de preferir "las manos manchadas de sangre" a las "pintadas de blanco", un golpe que dejó aturdido a Casado, que tardó en reaccionar. Las apelaciones a la corrupción de su partido fueron numerosas y en especial las relativas a la violencia de género, dos de su puntos débiles contra las que tampoco se mostró cómodo.

Dos ataques que probablemente se repitan esta noche en un encuentro en el que tiene una segunda oportunidad para hacerse notar como líder de la oposición. Según el vicesecretario de Comunicación, Javier Maroto, evitará el "debate bronco" y volverá a presentar "un programa que dé garantías y seguridad y sea un valor seguro para los españoles".

Pablo Iglesias buscará el cara a cara

Algo parecido se visualizó en Pablo Iglesias. El líder de Podemos mostró un irreconocible tono pausado y tranquilo muy distinto al utilizado habitualmente. Acusado por Rivera de estar al lado de los secesionistas y "de los acosadores" tras el episodio de Rentería, le recordó además su posado con la bandera nacionalista canaria.

Previsiblemente tendrá que volver a defenderse por su ambigüedad con respecto al independentismo y entrar en el debate más allá de las apelaciones a la Constitución fuera del hilo ya que, aunque comedido, pasó desapercibido incluso por sus adversarios. El formato de este segundo debate cambiará también la estrategia de Iglesias, que buscará una mayor agilidad y también más enfrentamientos cara a cara con el resto de candidatos, según ha explicado el partido.

El líder de Ciudadanos, por su parte, será el que posiblemente afronte con más naturalidad la segunda noche de debate. Ágil en sus reacciones en el primero, se mostró cómodo con el formato y consiguió responder a los ataques sobre los pactos con el PP, lo que le ha llevado a incluso a recibir las críticas de los populares. El secretario general, Teodoro García Egea, le ha acusado de hacerle "el trabajo sucio de los separatistas" y le ha recordado que "el verdadero adversario es Pedro Sánchez". No salieron, en cambio, las polémicas por el 'pucherazo' en sus primarias y sus fichajes, algo que sí puede suceder esta noche.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento