El Ayuntamiento de Barcelona continúa la restricción en el acceso de grupos de turistas a los mercados de la ciudad para garantizar allí el correcto desarrollo de la actividad comercial.

A partir de este viernes y hasta el 30 de octubre, los viernes y sábados se prohibirá el acceso al Mercado de Sant Antoni a los grupos de más de 15 personas que vayan con una o más personas que actúen de guía.

También se obligará a abandonar el recinto a las personas que causen molestias en la convivencia en el espacio, tal como se hace ya en el mercado de Santa Caterina. Esta medida se aplicará a partir de ahora también en el Mercado de la Boquería, donde ya se aplica la prohibición de acceso a grupos de más de 15 personas.

El decreto de alcaldía que regula la entrada al mercado especifica que serán los servicios de vigilancia los encargados de detectar la presencia de grupos, informar de las prohibiciones y de echar a las personas que no respeten las normas establecidas.

Así, los agentes de seguridad, que estarán identificados con una placa, podrán expulsar también a aquellos grupos de menos de 15 personas que causen aglomeraciones que no permitan el correcto desarrollo de las tareas comerciales en el mercado.

Los vigilantes también podrán echar, de forma individual o en grupo, a las personas que toquen o manipulen alimentos o productos expuestos para hacer fotografías, estén comiendo o bebiendo en lugares no autorizados o que produzcan ruido que impida el buen funcionamiento del mercado.

El concejal de Comercio y Mercados, Agustí Colom, explicó que estas medidas, que ya se aplican en el Mercado de Santa Caterina, han mostrado tener un efecto disuasorio, lo que ha permitido mantener la convivencia en el espacio.

Tras la apertura del Mercado de Sant Antoni, Colom dijo que los comerciantes han notado una mayor afluencia de turistas y que es por este motivo que ha aplicado las restricciones en el acceso, que también las pedían los comerciantes del Mercado de la Boqueria.