Los aspirantes demócratas a la Casa Blanca aprovecharon la conmemoración del quinto aniversario de la guerra de Irak para insistir en su promesa de retirar las tropas si ganan, en tanto que el candidato republicano John McCain apostó por persistir hasta la victoria.

La conmemoración del quinto aniversario del inicio de la contienda acaparó este miércoles todo el protagonismo de la escena política en Estados Unidos, donde el presidente George W. Bush hizo un discurso defendiendo lo acertado de la contienda bélica.

En esta misma línea, John McCain, que ha visitado Irak esta misma semana, dijo en un comunicado que "Estados Unidos y nuestros aliados están al borde de lograr una victoria radical contra el islamismo islámico".

No a la guerra

En el lado demócrata, las cosas no se ven de la misma manera, dado que los aspirantes a la Casa Blanca se muestran contrarios a prolongar una guerra que ya causado la muerte a casi 4.000 soldados estadounidenses.

El senador Barack Obama criticó tanto a Clinton, por haber votado a favor del inicio de la guerra en el 2002, como a McCain, del que se burló por haber confundido a los grupos extremistas. "Justo ayer, vimos cómo McCain confundía a los suníes con los chiíes, y a Irán con Al Qaeda. Será por eso por lo que votó a favor de invadir un país que no tenía lazos con Al Qaeda", dijo Obama, quien ha prometido retirarse de Irak y recuperar las alianzas internacionales perdidas si llega a la presidencia.

Por su lado, la senadora Hillary Clinton, también insistió en su promesa de iniciar la retirada de las tropas a los dos meses de su llegada a la Casa Blanca, de manera que sean los propios iraquíes los que se hagan cargo de su destino. "No podemos ganar su guerra civil. No hay una solución militar (a este problema)", dijo.