La red viaria de Valladolid suspende en opinión de los ciclistas. De una lista de diez parámetros, sólo aprueban con un cinco raspado los indicadores de dirección y señales porque para ellos la limpieza del arcén, su anchura y el firme dejan mucho que desear.

Pero estos tres aspectos no son sólo los únicos que fallan en las carreteras. También la seguridad en los cruces, la presencia de vallas y quitamiedos, las bandas sonoras resaltadas, la falta de carriles segregados, de arcén-bici coloreado y la señalización de precaución para ciclistas.

Así lo recoge un estudio elaborado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles para la DGT sobre tráfico de ciclistas en carreteras de varias provincias (A Coruña, Zaragoza, Barcelona, Valladolid, Madrid, Toledo, Alicante, Sevilla y Guipúzcoa), para conocer cómo la usa este colectivo y diagnosticar lo que hay que mejorar para que sean más seguras también para ellos.

Todas salen mal paradas. Los ciclistas vallisoletanos encuestados dan una nota de 6,7 a su peligrosidad (siendo 10 el valor máximo). Pese a ello, es de las mejores notas pues otras provincias no superan el 7.

Asiduos a la bicicleta

El 38% de los entrevistados vallisoletanos dijo haber sufrido algún accidente, aunque leve, mientras que al 48% nunca le ha ocurrido.

Casi seis de cada diez ciclistas vallisoletanos, federados o no (hay 16 clubes), practica entre dos y tres veces a la semana, mientras que un 12% reconoce hacerlo a diario.

La edad media de ellos son 40 años y la mayoría trabaja. De ellos, el 54% son asalariados y el 16% son autónomos.

Lo que más reivindican es que el Gobierno haga más red de vías ciclistas y que haya una mejor interconexión con la red viaria. Reclaman, sobre todo, más educación vial.

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