Si las paredes del Hotel Palace (anteriormente Hotel Ritz) hablasen, explicarían historias y anécdotas de grandes personalidades del siglo XX como el músico Xavier Cugat y el pintor Salvador Dalí, que vivieron allí (la suite 108 lleva el nombre de Dalí), de la actriz Ava Gardner, del actor y cantante Frank Sinatra, de la cantante y bailarina Joséphine Baker, de los actores John Wayne o Anthony Quinn, del músico Ronnie Wood o del productor, director y guionista Walt Disney.

Todos ellos pasaron por sus salones y habitaciones. Abrió sus puertas hace justo 100 años, en 1919, en un edificio planificado por el arquitecto modernista Eduard Ferrés i Puig. Fundado por el político Francesc Cambó y el rey Alfonso XIII, su nombre original le viene dado por el hotelero suizo César Ritz.

El año de su apertura no fue fácil pues, a la huelga general que había en la ciudad se sumó el sabotaje a las tuberías del hotel que impidió la inauguración oficial, así como una huelga del personal de la cocina. Después del éxito de la Exposición Universal de Barcelona de 1929, el establecimiento se amplió con 60 habitaciones más, siendo un total de 250.

Durante la Guerra Civil española dejó de lado el glamour para habilitarse como comedor social, refugio antiaéreo y hospital de sangre. Entre 1950 y 1970 fue el hotel preferido por las estrellas de Hollywood. La reforma acometida en el año 2017 estrenó The Art Suites, dedicadas a los personajes ilustres que se han alojado.

Con motivo de este centenario, el hotel hace una llamada a todos los barceloneses que conserven fotografías históricas de fiestas, desfiles y cenas en el Palace para que las compartan vía correo electrónico (comunicacion@hotelpalacebarcelona.com) o llevándolas físicamente a la recepción, y así confeccionar un álbum de recuerdos conjuntos.

Coincidiendo con la fecha oficial de apertura del establecimiento, en octubre, se hará un concierto conmemorativo. 

La responsable de comunicación del hotel Palace explica a 20minutos.es para explicar la importancia presente y futura para el establecimiento de gran lujo de este centenario.

¿Qué está suponiendo para el personal del Palace este aniversario?

Todos los que trabajamos en este hotel sabemos la carga emocional que ello comporta. Cuando hablas con empleados que llevan toda la vida aquí, te enriqueces con sus historias más personales. Es muy emocionante porque revives el pasado glorioso, lo que nos gusta, pero sobre todo nos da impulso para seguir hacia adelante.

¿Cómo se posiciona el hotel ante la gran competencia de alojamientos de gran lujo en la Barcelona actual?

Estamos plenamente enfocados al gran lujo y muy abiertos a los turistas de los Estados Unidos y Rusia. Ahora queremos introducirnos en mercados europeos como el francés.

¿Cuál es su principal punto diferenciador respecto a sus competidores?

Lo que más se repite en los comentarios que nos dejan los huéspedes es el trato personal que les damos. Es nuestra marca de la casa.

Han hecho un llamamiento a los barceloneses para que aporten imágenes del hotel.

Es una prueba de fuego para reencontrarnos con la ciudad. La convocatoria para enviarnos fotografías está abierta hasta mediados de mayo. En septiembre editaremos un libro que también incluirá documentos de nuestro archivo. De ahí nuestra llamada a la ciudadanía y la apertura de nuestra terraza al público. Queremos que el Palace vuelva a recuperar la esencia de núcleo cultural de la ciudad como cuando aquí se organizaban desfiles o exposiciones.

Destáquenos una anécdota histórica.

Uno de nuestros empleados más antiguos se jubila este año. Tiene 65 años y lleva trabajando aquí desde los 14 años. Ha conocido a prácticamente todos nuestros grandes clientes y los que más le marcaron fueron Dalí y Lola Flores. Asegura que muchas de las vivencias que acumula se las queda para él. Vivió en directo el momento en el que Freddie Mercury y Montserrat Caballé compusieron al piano en el hall del hotel la canción Barcelona para los Juegos Olímpicos de 1992. Él fue el único personal de servicio que les atendió.