El Palmar es una pedanía de Murcia con historia y deseos de ser independiente. La mayoría de su población apoya su segregación del municipio de Murcia y considera éste su principal problema. La plataforma que tramita su separación cuenta con las firmas de 7.300 vecinos mayores de edad y tienen un estudio de la UMU que avala la viabilidad económica de un ayuntamiento propio.

«No podemos seguir pagando impuestos como si fuéramos de la capital y que luego falten aparcamientos», explica un vecino, Juan Fernández. En cualquier caso, «entre la cárcel, el hospital Virgen de la Arrixaca y el polígono industrial es una zona próspera para vivir y con trabajo», dice Ángel Jiménez.

En una confitería frente al parque de Los Rosales la dueña tiene claro su principal problema: «Tenemos que tener nuestro ayuntamiento para gestionar nuestro propio dinero, pero nunca nos lo darán porque ganan mucho con nuestros impuestos». Una reflexión compartida por los clientes que se apresuran a comprar dulces para celebrar el día de San José.

Aún así, el alcalde pedáneo, Francisco López (PP), anuncia las obras de remodelación de la Casa García Gallego y el arreglo de aceras en la pedanía. Prefiere mantenerse neutral en torno a la segregación, pero sí apoya las protestas para que el Ministerio de Fomento no haga una nueva autovía que lo dividirá en dos.

De hecho, El Palmar está jalonado de pancartas en contra de su construcción. «Estamos negociando para que se modifique el proyecto y no quedarnos estrangulados», añade el pedáneo.

Inmigración y drogas

Otro de los principales problemas de la pedanía es la conflictividad del barrio de Los Rosales. «Es una zona marginal donde se vende mucha droga e inmigración», cuenta Herminia Martínez.

En los dos colegios del barrio, el 90% de los alumnos son magrebíes. «Aunque los profesores son grandes profesionales nadie de la pedanía quiere ir a esos colegios conflictivos», añade.

De señorío a gran municipio

El origen de El Palmar se remonta a 1615, cuando el caballero Don Juan de Veráztegui fundó en la zona un señorío que fue denominado como Lugar de Don Juan. No fue hasta dos siglos más tarde cuando la gran cantidad de palmeras de la zona acabaría imponiéndose como su denominación popular. Ya en 1836 y durante 23 años fue un municipio independiente y con su propio ayuntamiento. «Con sus 80 km2 de término municipal era más grande que el de Murcia», cuenta el cronista oficial de El Palmar, Francisco Jiménez. Al final, el de Murcia se anexionó el municipio de forma unilateral.