La reunión mantenida ayer, que fue forzada por el propio Gobierno ceutí para buscar una salida al conflicto, no arrojó encuentro alguno. La empresa se mostró reacia a aceptar las peticiones de los representantes de los trabajadores, lo que llevó a que presentaran un nuevo escrito de reclamación.

Dicho escrito supone una rebaja sustanciosa de las peticiones cursadas en anteriores encuentros, buscando de esta forma que la empresa sí las acepte evitando la generación del conflicto anunciado, que pondría en peligro el buen discurrir de la Semana Santa en la ciudad.

Lo que piden los trabajadores

Este borrador contiene el incremento del IPC más un punto; la paga de julio completa; los pluses de toxicidad, penosidad, peligrosidad; un 35 por ciento sobre el salario base para el grupo mixto; e incluir las categorías de taller, mantenimiento y guardería. Todas estas medidas serían a aplicar en el primer año.

Para el segundo, el Comité de Empresa propone el incremento del IPC más un punto; la paga de diciembre completa; vacaciones en verano; los pluses de toxicidad, penosidad y peligrosidad; un 40 por ciento sobre el salario base para el grupo mixto; un día de asuntos propios; vestuario; y un día de descanso por asistir al reconocimiento médico.

Para el tercer y último año la subida del IPC más un punto; los pluses de toxicidad, penosidad y peligrosidad; el 50 por ciento sobre el salario base para el grupo mixto; un día de asuntos propios; y la paga extra para el día de San Martín de Porres (patrón del sector).

Si hoy no existe acuerdo, daría comienzo la huelga aunque los trabajadores han anunciado que se mantendrían los servicios mínimos en la ciudad. Una promesa que, no obstante, no conseguiría frenar el impacto visual que dicho conflicto tendría en la ciudad.

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