Agentes de la Guardia Civil han detenido en las provincias de Huesca, Madrid, Guadalajara y Burgos a veinte miembros de una red de narcotraficantes que distribuían una droga conocida como "Pantera Rosa".

Según informa el Instituto Armado, la "Operación Benás" se ha saldado con la detención de 16 hombres y 4 mujeres de entre 25 y 64 años, 15 registros domiciliarios en los que se procedió a la incautación de más de 30 kilogramos de cocaína y 1,5 de 2-CB ("Pantera Rosa", o "tucibí" por su pronunciación en inglés), y el desmantelamiento de siete puntos de venta de droga. En concreto, esta ha sido la mayor incautación de esta última sustancia realizada hasta la fecha por la Guardia Civil.

La operación se inició a comienzos de junio de 2018 en la comarca pirenaica de la Ribagorza (Huesca), al recibir información la Guardia Civil de la posible existencia de un grupo de personas residentes en la zona dedicadas al tráfico de drogas.

Tras las primeras pesquisas, los investigadores determinaron la localización de los puntos de venta y la identificación y estatus dentro de la red de los integrantes del grupo, que ejercía el control de la venta de cocaína, hachís y marihuana en la comarca.

Con los datos obtenidos en relación al origen y procedencia de la droga, los agentes procedieron a llevar a cabo entradas y registros en domicilios de Madrid, Guadalajara y Burgos, así como en la comarca altoaragonesa de la Ribagorza.

Además de la cocaína y 2-CB incautados, los agentes intervinieron en los registros 600 gramos de polen de hachís, un kilo de marihuana, 15 básculas de precisión, utensilios para manipular la droga, documentación contable de la red, 20.450 euros, 8 vehículos, 1 pistola simulada, munición, 44 teléfonos móviles, 6 tabletas, 5 ordenadores portátiles y 2 discos duros.

Gracias a esta intervención, los agentes pudieron intervenir el 2-CB antes de ser distribuida desde Madrid a los puntos de venta de la organización.

La red adquiría la droga directamente desde los países de producción y conseguía recibirla en Madrid, desde donde era distribuida en puntos de venta en la capital española, Burgos, Guadalajara y Huesca.

Una vez trasladada la droga, con desplazamientos que se efectuaban con grandes medidas de seguridad para evitar su localización, era vendida en los puntos habituales de venta de la red.

La red había alcanzado un alto nivel de especialización en la adquisición, transporte a España y distribución posterior, lo que permitía a sus miembros incrementar sus beneficios económicos.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Boltaña (Huesca) por presuntos delitos contra la salud pública, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Con esta operación, la Guardia Civil da por desarticulados siete puntos de venta de droga en Huesca, dos en Burgos y diversos domicilios en Madrid y Guadalajara que eran utilizados como almacenes para la posterior distribución de las sustancias ilegales por el territorio nacional.

En la operación han participado agentes de la Guardia Civil de las provincias de Huesca, Guadalajara, Madrid, Zaragoza y Burgos así como de la localidad ribagorzana de Graus y una unidad cinológica.