La sentencia declara probado que desde finales de 2002 hasta octubre de 2004 el menor, que entonces contaba 12 años de edad, "fue obligado a entregar al acusado diversas cantidades de dinero bajo la amenaza de matar a su madre y a él si no lo hacía".

Asimismo, la sala admitió la existencia del delito continuado de violación que denunció la víctima, cuyo testimonio resultó creíble para los magistrados, al no apreciar la existencia de un móvil de resentimiento o enemistad.

La sala también destacó en la sentencia que el adolescente mantuvo la incriminación "de forma prolongada en el tiempo, sin ambigüedades ni contradicciones". Además de las penas de nueve y tres años de prisión por los delitos de agresión sexual y extorsión, respectivamente, Jesús Lourido fue condenado a indemnizar al menor con 20.500 euros.

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