'Pay as you drive': el seguro por el que pagarás según cómo conduzcas

Imagen de jóvenes conduciendo un coche.
Imagen de jóvenes conduciendo un coche.
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Imagen de jóvenes conduciendo un coche.

Los jóvenes pagan casi el doble por su seguro de coche puesto que la aseguradoras consideras que tienen más posibilidades de siniestros durante la conducción. De esta forma, los millenials lo tienen más complicado a la hora de asegurar su vehículo, que debe tener un buen diseño y lo último en tecnología.

Sin embargo, contratar una póliza es un trámite obligatorio sin el que no se puede circular por las carreteras españolas. Para que los jóvenes puedan hacer frente a estos primeros pagos con precios más competitivos, existen los seguros 'pay as you drive', es decir, 'paga como conduces'. También es el más adecuado para aquellos usuarios que emplean su coche de forma puntual, aunque algunas compañías solo los ofrecen para menores de una determinada edad.

Estas pólizas premian a los conductores prudentes, pues su cuantía depende de la forma en la que se conduzca, ya que la mayoría de seguros contempla la edad, la experiencia y el tipo de vehículo como factores para fijar el precio del seguro, en vez de la manera de conducir. ¿Cómo? Mediante un terminal telemático que se instala en el vehículo, la compañía aseguradora conoce los hábitos de conducción del asegurado, además de las distancias que suele recorrer. Gracias a este aparato se puede controlar si se respetan los límites de velocidad, si la conducción es brusca, si se hace por carretera… Así puede ajustar las primas lo máximo posible.

Hay compañías que incluso han desarrollado sus propias aplicaciones móviles para controlar estos factores de los que luego dependerán las cuotas de la póliza. Además, algunas de estas ‘apps’ y de los dispositivos son capaces de activar la localización del vehículo en caso de accidente o robo.

¿Cómo se paga?

Lo más habitual es que las aseguradoras repasen mes a mes la prima para ofrecerle al usuario el precio más ajustado posible, aunque se suele pagar una cantidad mayor al principio del contrato. Aún así, el precio puede llegar a reducirse hasta un 40%, según muchas compañías. Este tipo de póliza también puede gestionarse en aquellos seguros familiares en los que aparece el nombre del hijo como segundo conductor. 

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