Esta revisión del Plan General Municipal (PGM) fue aprobada de manera inicial en el último pleno, este pasado jueves, "con un respaldo mayoritario, sin ningún voto en contra y con comentarios positivos por parte de todos los grupos municipales".

Por ello, Gamarra ha destacado el "consenso" alcanzado y ha agradecido la "gran labor" que han desarrollado el equipo redactor, los técnicos municipales y los grupos políticos, "que han sabido anteponer el bien común" y crear "un buen punto de partida para desarrollar el concepto de ciudad que compartimos, todos comprometidos con las líneas básicas que marcarán el futuro de nuestra ciudad".

Es un documento "que sentará las bases del desarrollo de Logroño en las próximas décadas", en el que, como ha recordado, "llevamos trabajando desde 2017, cuando decidimos que era el momento adecuado para abordar la revisión, ya que, una vez superada la crisis se debía actualizar un modelo de crecimiento que había quedado obsoleto".

El resultado es un trabajo que "se sustenta en el desarrollo de estrategias que apuestan por la consolidación y regeneración urbana de la ciudad existente, en el marco de una ciudad sostenible y resiliente, que se caracteriza también por la cohesión y la inclusión social". Todo, sobre un concepto "menos expansivo y más centrado en la consolidación de lo existente, en la cohesión de la trama urbana".

"Transparencia, participación y consenso" son las piedras angulares de este documento. La alcaldesa ha animado a los logroñeses a participar en este "proyecto de ciudad" ya que, tras la aprobación del avance, se abre un periodo de exposición pública hasta el 30 de septiembre para presentar sugerencias y posibles alternativas al modelo urbanístico propuesto.

De forma paralela, los técnicos municipales trabajan en la elaboración de un "pliego complejo" para la licitación este mismo mandato de una asistencia técnica que defina la futura revisión del PGM. El Pleno tendrá que aprobar un suplemento de crédito suficiente para licitar el expediente.

La idea es que en el último trimestre de 2019 se adjudique la asistencia técnica que incorporará las aportaciones del periodo de exposición pública con un plazo estimado de dos años. "Así, a finales de 2021 o principios 2022 podrán estar ultimados los trabajos que nos lleven a dotarnos de un nuevo Plan General desde la revisión de actual que está ya agotado", ha señalado la alcaldesa.

EL DOCUMENTO.

Gamarra ha detallado las bases del documento aprobado en el último pleno, que se articula sobre tres objetivos genéricos, la consolidación y regeneración urbanas; la sostenibilidad; y la cohesión e inclusión social. Dentro de estos tres grandes retos, "se contemplan 11 ejes estratégicos".

Así, dentro del primer eje, la Consolidación y regeneración urbanas, se cuenta con la 'Vertebración urbana e infraestructuras de borde', con temas como la finalización de la Ronda en su parte noroeste, la conexión de Portillejo con el Puente de Sagasta, la conexión del Camino Viejo de Fuenmayor con Gonzalo de Berceo, un quinto puente sobre el Ebro, la prolongación de Avenida de la Sierra o las pasarelas peatonales entre El Cubo y Las Norias, entre la Ribera y el Pozo Cubillas, del Camino de Santiago sobre la Circunvalación, y las de Los Lirios y La Estrella.

En cuanto a la 'Creación de sectores de borde como transición entre ciudad y campo', con dos sectores asumidos, Ramblasque y Río Batán, y nuevos 'sectores de borde', SB1, SB2 "cerrando El Arco y Valdegastea", además de Pedregales y Camino de Fuenmayor. Y, como tercer punto, se situaría el 'Reciclaje y renovación urbana'.

En el segundo de los ejes, el de la Ciudad sostenible y resiliente, contempla la 'Naturalización de la ciudad', con nueva infraestructura verde, incluyendo la integración del ferrocarril, la potenciación de las conexiones urbanas con el Ebro y el corredor del Ebro Varea-El Cortijo, y la mejora del acceso a Monte Cantabria y conexión con el Camino de Santiago.

En segundo lugar, la 'Sensibilización sobre el cambio de paradigma en relación al cambio climático', con la elaboración de un Plan de Resiliencia del municipio, o la correcta elección de materiales para la reurbanización (más amigables, permeables...).

A ello se suma la 'Valorización del paisaje y protección de elementos naturales de interés', con la integración en La Grajera de usos pedagógicos, culturales y recreativos vinculados al disfrute de la naturaleza, la puesta en valor del patrimonio cultural vinícola con acciones específicas o la protección del valor paisajístico de las zonas hortícolas en las áreas naturales próximas a la ciudad.

El cuarto de los ejes de este apartado es la 'Movilidad sostenible', con aspectos como el aumento de las frecuencias y líneas de autobús, la implantación paulatina del carril bus, la finalización del soterramiento del ferrocarril en zona urbana, nueva red peatonal, nuevas conexiones entre ambas orillas del Ebro o la constitución de áreas pacificadas, entre otras muchas propuestas.

Y, respecto al tercer apartado, la Cohesión, inclusión y equidad, se contemplan cuatro ejes, comenzando por el 'Énfasis en la vivienda de protección oficial', con nuevas viviendas de protección oficial en los solares del Casco Antiguo; en los nuevos sectores; y en suelo urbano consolidado.

Igualmente, se plantea la 'Permanencia de la población en el centro histórico', con creación de nuevas guarderías y de nuevos centros de día para dependientes, o propuestas de ayudas económicas para la rehabilitación de viviendas en barrios vulnerables y para favorecer el comercio de proximidad.

Se añade la 'Promoción de la diversidad en el espacio público, de dotaciones', con planes de participación y talleres para la toma de decisiones ciudadanas, creación de espacios colectivos en espacios públicos vecinales, implementación de criterios participativos de diseño del espacio público que reflejen la diversidad cultural de la ciudad y revisión de dotaciones públicas y nueva planificación.

Por último, se cuenta con el 'Fomento del tejido asociativo', con la cesión de espacios en desuso a entidades ciudades y la cooperación público- privada en la gestión de espacios públicos para la ciudadanía.

A todo ello, la alcaldesa ha unido que "además de estos tres objetivos genéricos, se distinguen asimismo cuatro objetivos transversales que el Plan General debe contemplar para dar respuesta a las necesidades de la ciudad".

Estos cuatro objetivos serían, como ha finalizado, la 'Adaptación al nuevo marco legislativo', el 'Consenso y participación en el proceso de planeamiento', la 'Igualdad de oportunidades desde una perspectiva de género, edad y capacidad' y la 'Transición digital'.