La mayoría de los extranjeros se sienten integrados en Valladolid

  • Se ven aceptados en el trabajo y entre sus vecinos.
  • Al llegar, su principal dificultad es el idioma.
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El porcentaje es revelador: El 99% de los extranjeros se considera satisfecho en el entorno en el que reside y se ven socialmente integrados en el trabajo. Sólo una minoría se han sentido alguna vez discriminados o creen que han generado desconfianzas.

Son las conclusiones de un informe elaborado por la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE ) a partir de entrevistas realizadas a 190 inmigrantes. «Se trataba de pulsar la situación, aún sin llegar a resultados científicos. Queríamos saber sus opiniones y han arrojado resultados muy curiosos», aseguran los empresarios.

A pesar de que el 21% de los encuestados reconoce haber llegado sin permiso de residencia ni autorización de trabajo, más de la mitad (63%) manifiesta no haber tenido dificultades para encontrar empleo. Eso sí, casi todos, a través de amigos y conocidos y sólo un 14% lo hizo por libre o a través de ETT.

Igualdad de condiciones

El 80% cree que los empresarios los tratan igual que a un trabajador español y que tienen las mismas oportunidades si tienen igual preparación. Otros, en cambio, creen que trabajan más y cobran menos. En general, tres de cada cuatro, se muestran satisfechos con su situación, a pesar de que creen estar preparados para trabajos más importantes de los que desempeñan.

El motivo de venir a Valladolid es económico y más de a mitad se plantea retornar a su país cuando alcancen sus objetivos. De los entrevistados, sólo el 38% tienen un contrato indefinido, sin embargo, el 21% asegura cobrar más de 1.500 euros al mes. Eso sí, contando las horas extra.

No sólo se comunican en el trabajo, el 76% tiene relación de amistad y vecindad con españoles, más allá de un hola y adiós.

Aurelian Moruesan. Empresario hostelero rumano.

«No ha sido fácil, vine en el 91 sin papeles y trabajé en la construcción. Intenté volver a Rumanía, pero vi que las cosas allí no habían cambiado. Nunca he sentido rechazo y sí que me han ayudado. La clave para ir mejorando es integrarse, porque las propias amistades te van abriendo puertas. A mi, por ejemplo, el aval bancario para poder invertir en el primer restaurante que monté, me lo dio un empresario español al que conocí.

Creo que tenemos los mismos problemas que cualquier español y con trabajo se pueden tener las mismas oportunidades. Eso sí, antes de venir hay que hacer cuentas. No vale con creer que vas a ahorrar 1.000 euros al mes y cuando lleves tres años te puedes volver, porque aquí hay que vivir y no se ahorra todo lo que se gana».

Sanidad y Educación, la cara y la cruz.

El 95% de los inmigrantes aprueban la Sanidad y la Seguridad Social, el 40% de ellos con sobresaliente. La Educación de sus hijos en las escuelas de aquí, en cambio, deja para ellos bastante que desear. El 60% la suspende y el 21% le da un aprobado ‘raspao'.

Lo pero de todo: las instituciones.

Ayuntamiento, Gobierno, Junta y Diputación sacan la peor nota. Los que más puntuación les conceden, un 11%, les dan un 5, los demás, suspenden su gestión y con mala nota. El 21% le pone un cero patatero, el 26% un triste 1 y otro 25% llega hasta el 3.

El trabajo bien, pero lo justo.

A pesar de la integración, como cualquier español, protestan por el salario, las condiciones laborales y la vivienda. Más del 60% suspenden la remuneración que reciben y la mitad suspende también el acceso a una vivienda. Los que aprueban, le dan un 5.

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