La familia real británica está totalmente rodeada de tradiciones y costumbres. Una de ellas es que los nacimientos que se producen en el seno de la familia sean atendidos por el equipo de médicos ginecólogos de la reina. Pero Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry, está dispuesta a romper esa tradición, informa el Daily Mail.
Los doctores Alan Farthing y Guy Thorpe-Beeston están considerados como dos de los mejores especialistas del mundo. Fueron los que atendieron los nacimientos de los tres hijos de los duques de Cambridge. Pero al contrario que su cuñada, Meghan Markle no quiere "señores con corbata" atendiéndola.
Pese a la negativa de Markle, los dos médicos mantendrán un papel secundario cuando llegue el momento del parto, porque por motivos de protocolo no pueden ser totalmente excluidos del proceso.
Fuentes cercanas a la familia real han dicho al Daily Mail que la postura de Markle no ha sentado bien, porque los doctores Farthing y Thorpe-Beeston no cobrarían por atender este parto, y en cambio los nuevos médicos aportados por la duquesa de Sussex sí cobrarían por unos servicios que se estiman en decenas de miles de libras.
Curiosamente, Diana de Gales tampoco quiso ser atendida en sus dos partos por el equipo de ginecólogos de la reina Isabel II.
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