Aunque la organización varía ligeramente entre un centro de salud y otro, la jornada habitual de un médico comienza con la expedición de recetas (a lo que dedican algo menos de una hora), continúa con la atención de pacientes (se dan citas para cuatro horas) y finaliza con las visitas a domicilios, las reuniones organizativas y sesiones clínicas y papeleos varios, como la revisión de historiales médicos.

Los 10 minutos

La primera crítica de los facultativos a este horario está en el tiempo que se da para las consultas. Aunque el Sergas anunció hace más de un año que se reservarían 10 minutos por paciente, en muchos ambulatorios todavía se dan citas cada 5 ó 6 minutos.

En la mayoría de los casos resulta imposible atenerse a este tiempo, por lo que el horario de consulta suele alargarse y al final de la jornada las tareas administrativas se acumulan.

Tanto los sindicatos como la Consellería de Sanidad están negociando cómo optimizar la jornada laboral para dedicar más tiempo a los pacientes. Proyectos como la receta electrónica o ampliar las funciones de administrativos y enfermeros están sobre la mesa, pero aún no son una realidad. Su futura aplicación permitirá una mejor atención a más enfermos.

Otra semana de huelga

Ver demasiados pacientes en poco tiempo es uno de los problemas que aquejan a los médicos de cabecera, pero no el único. Critican otras cuestiones como la obligatoriedad de las guardias o el abuso de las intersustituciones.

Para protestar por la situación de la atención primaria, los sindicatos CESM y CSI-CSIF han convocado una semana de huelga, del 24 al 28 de este mes. La anterior dejó a cientos de coruñeses sin consulta.

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