Según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, las investigaciones se iniciaron semanas atrás, cuando los agentes recibieron informaciones acerca del posible uso de una vivienda ubicada en Padul, que "se estaría dedicando al cultivo a gran escala de la marihuana".
A partir de ahí, los agentes llevaron a cabo diferentes dispositivos de vigilancia que permitieron identificar a la persona encargada supuestamente de explotar y cuidar dicha plantación.
Finalmente el pasado día dos de abril, policías del Grupo de Estupefacientes de las Comisarías de Granada y Motril se personaron en la vivienda donde realizaron un registro domiciliario en el que hallaron 714 plantas de cannabis sativa en proceso de secado, dispuestas en el interior de tres habitaciones.
Había utillaje necesario para conseguir el hábitat adecuado para favorecer su cultivo y crecimiento, sustancias y efectos todos que fueron incautados.
Además, la Policía Nacional ha indicado que la vivienda se encontraba enganchada de manera fraudulenta a la red pública de electricidad mediante "un complejo entramado de cables y transformadores, sin pasar por el contador de la compañía de suministro".
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