La investigación comenzó el pasado 21 de marzo, cuando la mujer acudió a la Comisaría de Toledo para denunciar que dos varones, a los que conocía anteriormente, la siguieron en un vehículo hasta su portal. Una vez dentro del edificio, la víctima indicó que la intimidaron con un arma blanca y la golpearon para sustraerle el teléfono móvil y el dinero que portaba en la cartera, huyendo en el citado vehículo.

Las primeras gestiones se centraron en identificar y localizar a los autores de los hechos, aunque posteriormente se pudo averiguar que entre los implicados, había todo tipo de lazos y vinculaciones personales que condujeron a los agentes a considerar otra línea de investigación, barajando la posibilidad de que pudieran encontrarse ante una simulación de delito, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

Finalmente, se demostró que los hechos denunciados eran falsos, dándose incluso la circunstancia de que el vehículo que -según la víctima- habían utilizado los autores de los hechos para huir, se encontraba averiado, siendo imposible su uso.

Todo parece indicar que el motivo real que condujo a la pareja a presentar la denuncia era una deuda que uno de los acusados había contraído con ellos a raíz de una transacción ilícita, además de existir ciertas inquinas personales. La supuesta víctima fue detenida por simulación de delito, al igual que su pareja, que fue quien presuntamente ideó la trama y la indujo a denunciar.

La Policía Nacional ha puesto recientemente en marcha una aplicación informática que ayuda a los agentes a detectar las denuncias falsas. Esta herramienta, que ofrece resultados con una precisión superior al 90%, tiene como misión desalentar a los ciudadanos de presentar este tipo de denuncias, así como evitar el uso innecesario de recursos policiales.

Este tipo de delito es bastante común, y generalmente es perpetrado por ciudadanos que desconocen que su conducta está castigada vía penal, que carecen de antecedentes y que habitualmente tratan de obtener así una compensación económica por parte de las compañías aseguradoras, incurriendo también en un delito de estafa.