Rebeca París Santamaría ha vivido en esta cofradía desde muy pequeña, aunque fue hace a los 10 años cuando se vistió por primera vez con el traje de paje que distingue su cofradía de las demás. "La Semana Santa burgalesa es la gran desconocida en Castilla e incluso en la propia ciudad" asegura Rebeca. "La Semana Santa de Burgos tiene su encanto, además de tener pasos y tallas de un valor artístico considerable".

¿Porqué estás en esta cofradía y no en otra? ¿Qué destacas de tu hermandad?

Vengo de familia cofrade. He vivido la Semana Santa desde que era muy pequeña, de mi memoria surgen recuerdos de la niñez. Somos muchos cofrades (386), hay muchísima gente joven. En la cofradía se nota un afecto muy arraigado por parte de todos y cada uno de los cofrades hacía la Virgen de la Soledad, "Nuestra Sole".

¿Qué evento preparáis con más mimo cada año?

¿Crees que se está perdiendo la costumbre cofrade?

Sí, hay algunas cofradías que se están quedando sin cofrades, porque no se incorpora gente joven y la mayoría de sus cofrades son muy mayores, la verdad es que da mucha pena.

¿Le falta promoción a la Semana Santa burgalesa? Sí, la Junta de Semana Santa de Burgos, debería promocionar más la Semana Santa Burgalesa, y más ahora que ha sido declarada de Interés Turístico Regional. Es verdad que se están haciendo muchas cosas pero todavía nos queda un largo camino por recorrer.

Invita a los lectores a la Semana Santa de Burgos.

Aunque el tiempo pocas veces suele acompañar, tanto a los visitantes de fuera como a los burgaleses, quédense y déjense llevar por un marco incomparable de sonidos de tambores y cornetas, el olor a incienso, las tallas de los imagineros, las túnicas de colores, los capuchones desafiando al cielo y al frío, el sentimiento, la espiritualidad, el recogimiento.

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