'Juego de Tronos', la serie que cambió la ley en España

La plaza de toros de Osuna, donde se proyectó y recrearon capítulos de Juego de Tronos.
La plaza de toros de Osuna, donde se proyectó y recrearon capítulos de Juego de Tronos.
VODAFONE YU
La plaza de toros de Osuna, donde se proyectó y recrearon capítulos de Juego de Tronos.

La semana pasada, el pueblo de Osuna volvió a sumergirse en una realidad paralela mágica, donde los dragones existen y en la que unos seres de inquietantes ojos azules amenazan a los humanos. A apenas unos días del estreno de la octava y última temporada del fenómeno mundial Juego de Tronos (15 de abril en España), Vodafone Yu organizó en la localidad sevillana un singular evento.

Sus calles y su coso fueron escenarios de la serie de HBO, en una de las escenas más míticas de la ficción basada en la obra de George R. R. Martin. Allí se ambientaron 17 minutos de un capítulo (EP 9, T5) para los que el equipo de rodaje estuvo afincado durante semanas en la ciudad, de unos 17.000 habitantes. Su preciosa plaza de toros, de piedra vista, se convirtió en la Fosa de Daznak, una arena de combate para mercenarios al más puro estilo de los anfiteatros romanos y los gladiadores.

En ese mismo lugar se ha vuelto a proyectar ahora el capítulo allí rodado, a la vez que actores y efectos especiales reales recreaban las escenas que se estaban viendo en la pantalla de cine, instalada para la ocasión por Vodafone, una de las plataformas que emitirá los nuevos capítulos de la ficción.

Rodar en escenarios naturales es fundamental, como lo fue en eso el aporte de España, una tierra llena de contrastes, monumentos y paisajes diferentes con pocos kilómetros de distancia. "Las localizaciones reales son uno de los secretos principales de Juego de Tronos", explica Peter Welter, de la productora Fresco Film, que rodó la espectacular ficción en la península. "No se puede crear un mundo digital si no tienes una buena base", incide.

Pero Juego de Tronos no solo cambió para siempre Osuna (que ha duplicado su número de turistas) y el resto de localidades españolas en las que se rodó (prepárense, es una lista larga: las Bardenas Reales, Girona, Sevilla, San Juan de Gaztelugatxe, Zumaia y Barrika, Malpartida de Cáceres, Cáceres y Trujillo, Tudela, Peñíscola, Carboneras, el desierto de Tabernas, la Alcazaba de Almería o Campillo de Dueñas, entre otros). También cambió la ley nacional.

Tal y como rememoraba Piluca Querol, directora de la Andalucía Film Commission, Juego de Tronos ya estuvo a punto de localizar en España desde su primera temporada. Pero los deficientes e insuficientes incentivos fiscales –mucho más desarrollados y generosos en otros países– lo impidieron. Cuando HBO contactó de nuevo con la Spanish Film Comission, se movieron rápido: coincidía en el tiempo con la redacción de la ley que regularía los incentivos.

"Se estaba elaborando la Ley de Incentivos Fiscales, pero sólo se contemplaban para producciones cinematográficas. Gracias a los datos económicos que habíamos conseguido tras el rodaje de Exodus de Ridley Scott, contactamos con Hacienda, que hasta entonces no nos había hecho caso", explica Querol. "Les hicimos ver que una producción de 200 millones había dejado aquí 43 millones en menos de seis meses. A los tres días nos estaban llamando de Hacienda".

De ahí salió una reunión "con el equipo de Cristóbal Montoro" [ministro de Hacienda entonces] y los miembros de la Spanish Film Comission, incluida la de Andalucía. "Les dijimos que teníamos que contarle algo al ministro y se le contó, en confidencialidad, que se estaba trabajando para Juego de Tronos. Así que en el último momento se incorporaron a la ley las series de televisión". Al final, la guerra en Poniente no solo cambió los Siete Reinos, sino también el reino de España.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento