Unas mil personas han acudido al funeral del abad emérito de Montserrat Cassià Just en la basílica del monasterio benedictino, cuya primera fila estuvo ocupada por los familiares y por los tres últimos presidentes de la Generalitat, además de numerosos consellers, los ex presidentes del Parlament Joan Rigol y Heribert Barrera, y el alcalde de Monistrol de Montserrat, Joan Miquel.
Durante la misa de exequias, el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, destacó el "importante papel" de Just en la Transición democrática, defendiendo "la personalidad y los derechos" de Catalunya "bajo la mirada de Dios, como un arriesgado servicio a la Iglesia" y a su pueblo. Soler destacó que Just procuró que Montserrat tuviera "una presencia significativa en el corazón del pueblo catalán", ya que deseaba que la Iglesia fuese "portadora de liberación y alegría al espíritu".
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