Según ha informado la Policía Nacional en una nota de prensa, los hechos se desencadenaron de madrugada, cuando una dotación policial observó a dos individuos junto a un vehículo estacionado, "portando uno de ellos una linterna, los cuales al percatarse de la presencia de los agentes reaccionaron lanzando objetos sobre una vegetación próxima a ellos, e introduciéndose en su vehículo para darse a la fuga".

Ante la sospecha de que estuvieran realizando un ilícito penal, los policías decidieron interceptar a dicho vehículo, comprobando cómo en dicha vegetación habían arrojado dos pistolas municionadas con 21 y once cartuchos en sendos cargadores, un dispositivo luminoso lanzadestellos de color azul simulando los policiales, y una cartera con una placa de Guardia Civil.

Con las evidencias conseguidas procedieron a la detención de los mismos y a su traslado a dependencias policiales. Investigaciones policiales posteriores determinaron que una de las pistolas intervenidas, una Walther P99 del calibre nueve milímetros parabelum, formaba parte de un lote de 300 armas de similares características sustraídas en la región de Aquitania de Francia en el año 2003.

Por estos hechos hubo posteriormente una operación que detuvieron a los autores de la sustracción y se consiguió recuperar 250 armas. Todo indica que han podido adquirir dicha arma en el mercado negro y que pertenece a las 50 armas que quedaron sin recuperar. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.