Muchos lo ignoran, pero la basura de los famosos es una fuente inagotable de información para los periodistas. Antes los profesionales de la información guardaban los detritus de los personajes para seguir el hilo de sus vidas privadas.

Ahora, en el siglo XXI, en la era cibernética, cuando todo circula a enorme velocidad, las inmundicias de las celebrities se exponen de inmediato. Es el caso de las bolsas de basura de Amy Winehouse.

La cantante, conocida no sólo por su magnífica voz, sino también por su adicción a las drogas, ha permitido que los paparazzi, de guardia permanente frente a la casa a la que se ha mudado, fotografíen el contenido de su cubo de basura: una television de pantalla de cristal líquido, un horno microondas y diversos vestidos son las compras que la reina del soul ha adquirido en los últimos días.

El año pasado dos prestigiosos fotógrafos franceses, Pascal Rostain y Bruno Mouron, organizaron una exposición con fotos del contenido de las bolsas de desperdicios de personajes como Antonio Banderas, Marlon Brando y Madonna, recolectados durante años. ¿Qué mejor forma de reciclar que convertir en arte la basura? Pink, según se ha sabido recientemente, también se desprende de sus tangas negros.

Los asistentes pudieron ver los restos de hamburguesas de Cindy Crawford, los alimentos dietéticos de Banderas y sus calzoncillos, y la lata de caviar entera y sin abrir de Nicolas Cage. Los asistentes a la exhibición pudieron comprobar también de qué color y marca son los tintes de pelo de Sharon Stone.

También averiguaron que Pierce Brosnan es aficionado a los rifles y a las acampadas y que Arnold

Schwarzenegger es un hombre extraordinariamente coqueto que usa ropa de Armani y se perfuma con Faberge. El título de la exposición no podía ser más significativo: ¿Dime lo que tiras y te diré quien eres?