"La seguridad aeroportuaria vio la calavera y unos huesos cuando la maleta fue puesta en la máquina de rayos X", dijo el portavoz policial Christian Maier.
Una de las mujeres era la hermana del fallecido, para sorpresa de los oficiales, dijo que éste había muerto en Brasil hace 11 años y que su voluntad era ser enterrado en Italia. Tras mostrar el certificado de defunción, las italianas de 63 y 62 años, fueron autorizadas a seguir su viaje rumbo a Nápoles.
"Interrogamos a las mujeres y nos mostraron un certificado de defunción válido, que demostraba que murió hace 11 años de causas naturales. Como no estaban violando ninguna ley alemana fueron autorizadas a seguir su viaje a Italia", dijo Maier.
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