El pederasta confeso de los Maristas, Joaquín Benítez, pide perdón e implica a más docentes en los abusos

El pederasta confeso del colegio de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez.
El pederasta confeso del colegio de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez.
EUROPA PRESS
El pederasta confeso de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez, ha pedido perdón a las víctimas a la salida de la Audiencia de Barcelona, que desde este lunes lo juzga por haber abusado sexualmente de cuatro alumnos, y ha asegurado que "había más" docentes implicados.

El pederasta confeso de los Maristas de Sants, Joaquín Benítez, ha pedido perdón a las víctimas a la salida de la Audiencia de Barcelona, que desde este lunes lo juzga por haber abusado sexualmente de cuatro alumnos, y ha asegurado que "había más" docentes implicados.

Benítez ha abandonado el Palau de Justicia tal y como había llegado, con el rostro cubierto por un pasamontañas, y ha dicho a los medios de comunicación que mañana hablará sobre el grado de conocimiento que los Maristas tenían sobre los hechos.

La Fiscalía acusa a Benítez, pederasta confeso, de haber abusado sexualmente de cuatro alumnos menores cuando era profesor de educación física, y pide para él una pena de 22 años de cárcel y 14 años de inhabilitación.

Durante la primera sesión del juicio, que celebra la sección 21 de la Audiencia de Barcelona, dos mossos que investigaron los abusos perpetrados por el exprofesor han explicado al tribunal que el centro se resistió a facilitarles información sobre el acusado, tras la primera denuncia presentada contra él.

A la salida del juicio, el exdocente ha achacado su actitud a haber sufrido también abusos en su pasado, por lo que, ha indicado, "tenía la actitud normalizada".

Benítez ha pedido perdón a las víctimas y a sus familias, pero también ha señalado que es decisión de cada uno "vivir toda la vida como víctimas".

Ha relatado que cuando era adolescente vivió "un infierno" que se convirtió en "una conducta instaurada y normalizada" que revivía cuando conducía a los alumnos a su despacho por molestias físicas.

"Instintivamente lo veía como un comportamiento normalizado", ha explicado, y ha dicho: "Desde 2011 he sido una persona impecable y soy un hombre nuevo, me quité toda esa porquería de la cabeza".

Los Mossos afirman que los Maristas se resistieron a dar información

Dos mossos d'esquadra que investigaron los abusos perpetrados por el entonces profesor Joaquín Benítez a alumnos de la Escuela Maristas de Sants-Les Corts, en Barcelona, han explicado al tribunal que el centro se resistió a facilitarles información sobre el acusado, tras la primera denuncia presentada contra él.

Los dos mossos han declarado como testigos en la Audiencia de Barcelona en la primera jornada del juicio por los abusos cometidos contra cuatro alumnos en la escuela cuando eran menores de edad y han asegurado que el entonces director del centro, Francesc Xavier Giné, no quiso facilitarles más datos que el nombre completo de Benítez.

La policía ha sostenido que el exdocente siguió a lo largo del tiempo un "mismo patrón" en todos sus delitos, que cometía siempre contra adolescentes varones y de hasta 13 o 14 años.

"Siempre actuaba de la misma manera: los llamaba a su despacho reservado y, con el pretexto de corregir algún problema de la columna vertebral, problema físico o de crecimiento, les empezaba a realizar un masaje y a hacer tocamientos en los genitales que proseguían a otros hechos como felaciones", ha dicho uno de los mossos.

También han asegurado que recibieron una veintena de denuncias por delitos parecidos y, en alguna de ellas, se explicitaba incluso que otros profesores habían encontrado a Benítez en flagrante abuso de un menor, pero la mayoría de ellas ya ha prescrito frente a la Justicia.

El juicio contra Benítez ha comenzado esta mañana alrededor de las 11:45 horas después de que la defensa y las acusaciones no hayan llegado a un acuerdo para reducir la petición de condena a cambio de la admisión de los hechos.

Fuentes cercanas al caso han asegurado que Benítez no habría aceptado las condiciones planteadas para el pacto de confesión porque sólo reconoce haber abusado de uno de los estudiantes de todos los casos de que se le acusa.

El tribunal que lo juzga ha rechazado admitir como prueba un documental en el que este profesor admitía los abusos practicados cuando daba clases de Educación Física, al haberse producido su declaración en un ámbito "extrajudicial".

Los primeros en testificar han sido las cuatro víctimas, que lo han hecho a puerta cerrada para proteger su intimidad ante la gran expectación mediática del caso, que desveló en 2016 Manuel Barbero, el padre de uno de los alumnos de quien abusó.

Tras ellos, ha sido el turno de un vicario provincial de los Maristas, Pere Francesc Ferré, que ha sido interrogado en calidad de representante del centro, a cuya fundación la Fiscalía sitúa como responsable civil subsidiaria.

El vicario ha negado que la escuela encubriera los abusos, aunque ha reconocido que se ocultó el primer caso denunciado sobre Benítez al resto de familias del centro porque los padres afectados pidieron permanecer en el anonimato.

Ha dicho, asimismo, que los Maristas Sants-Les Corts no despidió al profesor porque éste se fue antes de que lo hicieran y que tampoco lo echaron inmediatamente tras la primera denuncia, ya que "el director ese día no estaba en el colegio".

El juicio continuará este martes con la declaración del propio Benítez.

De hecho, el grado de conocimiento de los Maristas en estos delitos es una de las cuestiones clave del juicio y, según Barbero, Benítez se habría comprometido a aclarar mañana este punto ante los magistrados.

Benítez es el único profesor de la escuela de los hermanos maristas que se sentará en el banquillo de los acusados, a pesar de que hay otros doce docentes que fueron denunciados por delitos parecidos cometidos contra una cuarentena de estudiantes durante décadas y en varias escuelas de la congregación.

Sin pacto

El juicio por el caso de los presuntos abusos en el Colegio Maristas Sants-Les Corts de Barcelona ha dado comienzo después de que no haya fraguado un pacto propuesto por las acusaciones con el que se pretendía que no tuvieran que testificar las víctimas.

Manuel Barbero, padre de uno de los menores presuntamente abusados sexualmente en el caso Maristas, se había mostrado favorable a alcanzar un pacto con el exprofesor de gimnasia Joaquim Benítez que se sienta en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Barcelona por presuntamente abusar de cuatro alumnos.

Según ha explicado Manuel Babero este lunes en la puerta de la Audiencia de Barcelona, en el Palau de Justicia de la avenida Lluís Companys, habría estado de acuerdo en una rebaja de la condena a cambio de que reconociera los hechos y dijera que la dirección del centro educativo los conocía.

Ha subrayado que su intención era que las víctimas no tuvieran que declarar, el reconocimiento de los hechos, que el caso acabe con una sentencia firme y llegar a un "cierre de etapa".

En ese sentido, valoraba que "16 años es una pena más que aceptable" y matizaba: "Pactar no es salir por la puerta de atrás, lo que intento es que mi hijo no tenga que testificar".

Preguntado por una posible indemnización, Barbero consideró que no es lo relevante en estos momentos. "Lo importante ahora es que mi hijo esté bien, que pase esto rápido y que se recupere".

La escuela amanece con pintadas de "pederastas encubridores"

La escuela barcelonesa Maristas Sants-Les Corts ha amanecido este lunes con pintadas contra el centro educativo y la congregación religiosa que lo gestiona.

Las pintadas, escritas en las paredes del centro y borradas poco después, contenían mensajes como "pederastas encubridores", "organización criminal" o "no hay perdón".

El coordinador del equipo de protección a la infancia de los Maristas, Raimon Novell, ha negado que la institución haya encubierto alguna vez casos de pederastia.

"Hay una persona acusada, que es el señor Joaquín Benítez y no es la institución Marista la que está acusada ni en tela de juicio. Igual que el señor Benítez tendrá que asumir su responsabilidad en el caso que se la pidan, nosotros sabemos cuál es nuestra responsabilidad por aquellas cosas que ocurrieron en el pasado en nuestros centros y que lamentamos profundamente", ha dicho Novell.

Cien correos con denuncias

El escándalo se destapó a raíz de la denuncia de Barbero, después de que su hijo le desvelara que había sido abusado por Benítez, profesor de educación física, durante dos años, entre los 13 y 15 años. Barbero recibió casi 100 correos de personas que le relataron abusos sufridos por parte de al menos 12 profesores. Barbero considera que debieron ser las administraciones las que pusieran en marcha una recogida de información sobre estos presuntos abusos.

Benítez está acusado de abusar sexualmente de cuatro alumnos en los cursos entre 2006 y 2010, en dos casos de forma reiterada, aprovechando que estaban solos en su despacho y valiéndose del "temor" que le causaba a las víctimas la posición dominante del profesor, según el escrito de acusación de la Fiscalía de Barcelona, que pide 22 años de prisión.

En las puertas del Palau de Justicia se han concentrado una veintena de personas para apoyar a las víctimas y a sus familias, tras una pancarta en la que se lee: "No estáis solos: No es abuso, es violación".

Los Maristas niegan ser encubridores

El coordinador del equipo de protección a la infancia de los Maristas, Raimon Novell, ha negado este lunes que la institución haya encubierto alguna vez casos de pederastia porque siempre que han tenido conocimiento los han denunciado, como así sucedió con el profesor Joaquín Benítez en 2011.

Ante el inicio del juicio contra el exprofesor de educación física, Novell ha dicho que los Maristas "tienen plena confianza en la justicia". "Hay una persona acusada, que es el señor Joaquín Benítez y no es la institución Marista la que está acusada ni en tela de juicio. Igual que el señor Benítez tendrá que asumir su responsabilidad en el caso que se la pidan, nosotros sabemos cuál es nuestra responsabilidad por aquellas cosas que ocurrieron en el pasado en nuestros centros y que lamentamos profundamente", ha dicho Novell.

El coordinador ha asegurado que han hecho "una interpelación a nuestro pasado, asumimos las cosas que no han sido positivas en nuestro pasado y estamos damos una respuesta efectiva y muy firme de cara al futuro".

Manifiesto de apoyo a las víctimas

El manifiesto impulsado por dos madres y un padre ha tenido una gran difusión por las redes sociales. A través de un formulario de Google se han conseguido 300 firmas individuales y se han adherido más de quince colectivos entre ellos destacan el sindicato de educación USTEC, Podem Catalunya, el FAPAC (la federación de AMPAs de Catalunya) y Xarxa Groga entre otras asociaciones y colectivos.

En el manifiesto se exige que la Fundación Champagnat asuma su culpa y se responsabilice de todo el daño causado. Por otra parte piden que el Departament de Educación reabra el caso y retire el concierto educativo a esta escuela y a todas aquellas donde se haya dado un caso de abuso o agresión sexual, o bien que se haya ocultado. También exigen que se abra una comisión de investigación en el Parlament de Catalunya y se depuren todas las responsabilidadesn.

Por último, piden que se apruebe inmediatamente una Ley de protección a la Infancia y Adolescencia, para que nunca más nadie tenga que pasar por este sufrimiento y que en el caso de que así sea, no se sientan solos ni desamparados.

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