Algunos entusiastas piensan que la Red puede ser la solución definitiva para su negocio y que la gente hace fortunas vendiendo sus productos a través de Internet. Es verdad, eso sucede, pero son casos atípicos. Lo habitual es encontrar negocios en el ciberespacio que funcionan razonablemente.

Antes de tomar la decisión de montar un negocio a través de Internet conviene estudiar bien el mercado potencial y las decisiones empresariales que se han de llevar a cabo. Cuantos más datos tengamos sobre las posibilidades de éxito de un determinado negocio o sector, mucho mejor.

Aun así, hay que tener en cuenta unos datos generales: el porcentaje de la población española mayor de 14 años que se conecta a la Red apenas supera el 40%. De todas esas personas, menos del 30% compra habitualmente a través de Internet. Y entre ellas están los potenciales clientes para un nuevo negocio.

¿Dónde está el dinero?

Dominios: Sigue dando dinero la venta de dominios, algo así como los locales comerciales en la Red. También se pueden encontrar beneficios en la Bolsa, los valores tecnológicos tienen un comportamiento muy dinámico y buenas tasas de crecimiento.

Venta: Se puede crear un producto para vender a través de la Red, poner en Internet un negocio que ya existe o distribuir productos de otros. Pero hay que seleccionar bien el producto, hay determinados artículos que la gente no se anima a comprar todavía por Internet.

Productos digitales: Se pueden distribuir a través de la propia Red, un proceso que elimina intermediarios y reduce costes. Programas y videojuegos son algunos de los productos más vendidos en Internet. La venta de información especializada y los servicios de consultoría suponen otro filón.

Material de oficina: Necesitan mucho más espacio físico de almacenamiento y su distribución es más costosa y complicada. Se pueden encontrar oportunidades de negocio, pero el abanico de productos rentables se reduce.

Publicidad: La inversión de las empresas en anuncios a través de Internet es todavía ridícula si la comparamos con el dinero que invierten en los medios de comunicación tradicionales. Esta situación se está invirtiendo y, con el paso del tiempo, la publicidad en el ciberespacio será más que rentable.