En una nota de prensa, ha explicado que incorporando este servicio en la sanidad pública se reducirían los tiempos de espera para los usuarios que tienen algún problema relacionado con los pies, además de "liberar" la atención primaria.

Esta iniciativa pretende, en un primer lugar, implantar esta experiencia piloto, al igual que se hizo con el plan de cribado del colon, en un espacio físico determinado dentro de un centro de salud. En este sentido, ha precisado que en Pumarín Alto, en Gijón, se podría habilitar un espacio. Después podría extenderse a un Área Sanitaria y así, observando los puntos fuertes y sus fallos, tratar de incorporarlo a todo el territorio. El Colegio de Podólogos de Asturias calcula que esta primera experiencia podría suponer un coste de 200.000 euros. Después, sería competencia de la Consejería decidir si se presta el servicio a través de un concierto o un convenio.

"Es un servicio que hoy por hoy se ve absolutamente necesario, así lo ha reconocido la Consejería de Sanidad", ha asegurado Suárez, ya que "el 80 por ciento" de las personas que acuden a su médico de cabecera por un problema del pie son derivados al especialista erróneo por su dolencia.