Así lo ha dicho Gómez a Europa Press con motivo de la celebración, a partir del próximo martes, de la masterclass de UNIR 'Fútbol de élite y vida real: Seis claves para llegar a ser deportista completo', en el que se van a abordar, durante varias sesiones que se desarrollarán mensualmente, diversos aspectos relacionados con el fútbol profesional.

Las cuestiones fisiológicas como la alimentación y la genética o las psicológicas son de suma importancia, tanto a la hora del propio rendimiento como en la prevención de lesiones, al igual que el derecho deportivo, la fiscalidad, la influencia del fútbol y del deporte a nivel social o el marketing, con temas como la marca personal o la gestión de las redes sociales, entre otras.

Gómez ha detallado, en relación con la primera jornada del seminario, que va a tratar los 'Factores fisiológicos que afectan al rendimiento deportivo', que "no todos somos iguales: existen reconocidas hasta 200 variantes genéticas que tienen que ver con el deporte, y cerca de 50, relacionadas con el rendimiento deportivo de élite".

Así, se conoce, por ejemplo, que "hay un componente biológico y genético que puede ayudar a entender mejor el rendimiento deportivo e incluso el manejo de las lesiones", con un alto componente hereditario "que marcaría en un 50 a un 60 por ciento un rendimiento deportivo más favorable".

"Como dijo un investigador sueco, padre de la fisiología del ejercicio, afirmó que cualquiera que quiera ser campeón olímpico tiene que tener mucho cuidado a la hora de elegir a sus padres", ha ironizado el experto de UNIR.

Con todo, ha advertido que "sin embargo, a día de hoy, no existe ningún gen que se conozca que garantice ese rendimiento de élite, hay genes que pueden dar cierta predisposición, pero no hay un marcador concreto para lograr el éxito infalible".

Ahí es donde intervienen "una multitud de factores", que constituyen un entorno "complejo" para crear al futbolista profesional, y que son variables, frente al "inmutable" componente genético. Un ambiente de entrenamiento óptimo o el entorno social, pueden ser determinantes para el desarrollo de una carrera como futbolista profesional.

Especial hincapié ha hecho Gómez, por ejemplo, en la creciente importancia de los factores psicológicos, "con cada vez más equipos que cuentan con psicólogos en plantilla" y que tienen que ver "con el enfrentamiento al estrés o la toma de las decisiones correctas en un momento determinado".

A ello se suma "la integración en un grupo, la solidaridad, el compromiso con el equipo, la tolerancia a la frustración" ante resultados o ante lesiones "que cada vez son más frecuentes porque la exigencia en partidos o entrenamientos es mayor", porque "un futbolista profesional no es una individualidad, forma parte de un equipo".