Compra de vivienda.
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Todo lo que debes saber antes de comprar una vivienda

Elegir una vivienda no es fácil. El barrio en el que se encuentra, la cercanía al centro, la conexión con el transporte público, los servicios disponibles, las zonas comunes, los metros cuadrados, la luminosidad de la casa… el listado de factores a tener en cuenta es ilimitado, si bien es cierto que cada vez existen más herramientas que facilitan este proceso. En la red se pueden encontrar todo tipo de instrumentos y aplicaciones, desde un simulador hipotecario, para organizarse en términos económicos, hasta diseñadores virtuales que permiten recrear tu casa y comprobar si ese inmueble que tanto te gusta cabrá en tu nuevo salón.

Un simulador de hipoteca puede resultar de gran utilidad al principio de este proceso, ya que en función del presupuesto que se tenga permitirá resolver el eterno debate: ¿compro o alquilo?

Comprar o alquilar

¿De cuánto dinero dispongo para acceder a una vivienda?  Esta es la primera pregunta que deben hacerse los que estén pensando en buscar una nueva casa, el objetivo será determinante a la hora de saber si se opta por alquilar o por comprar. Con respecto al alquiler, el inquilino deberá tener en cuenta como gasto inicial la fianza, la primera mensualidad y los gastos de inmobiliaria, en caso de que este se gestione a través de una agencia. En el caso de la compra y la consiguiente hipoteca, el nuevo propietario deberá afrontar los gastos de notaría y registro, el impuesto de actos jurídicos documentados, la tasación, la gestoría, el IVA, el Impuesto de Transmisión de Patrimonio (ITP), la verificación registral y comisiones de apertura o de subrogación.

Aunque a priori un alquiler resulta más económico, desde BBVA Valora cuentan con una serie de herramientas que permiten estimar el coste a largo plazo de ambas posibilidades, una opción muy interesante si se tiene en cuenta que hoy en día el precio medio del alquiler se sitúa en 700 euros mensuales y que, según la calculadora hipotecaria de BBVA, un préstamo de 100.000 euros con un euríbor + 1,25 % a devolver en 25 años, la cuota se sitúa en unos 380 euros.

¿Es real el precio de la vivienda?

Una vez tomada la decisión, y antes de lanzarse a la compra, conviene conocer el valor real de la vivienda. Aunque dependiendo de la situación del mercado inmobiliario el precio varía de manera notable, en el Catastro se puede consultar el valor del inmueble, establecido en función de su ubicación, del valor de la construcción y de otros criterios añadidos. Esta cifra siempre será menor que el precio de mercado, pero permite hacer una aproximación del coste real de la casa.

BBVA ARCHIVO
BBVA ARCHIVO

En BBVA Valora atienden a este registro, además de otros valores como las ofertas de viviendas similares y próximas, para hacer una estimación del precio que te permita después negociar el valor final de tu nueva casa. Esta herramienta te permite también conocer qué impacto tendría la compra en tus finanzas.

La hipoteca

Una vez conocido el coste total de la vivienda, simular el importe y condiciones de tu hipoteca resulta fundamental para organizarse en términos económicos y tomar la decisión final. Según los expertos, el pago de una casa no debe representar más del 40% de los ingresos netos de una familia, por lo que si a través de un simulador de hipoteca se observa que el desembolso económico a realizar es mayor, convendría buscar otra residencia que se ajuste a tus posibilidades.

Un simulador hipotecario permite conocer los costes de entrada, los gastos derivados y las cuotas mensuales. Dependiendo del precio de la vivienda, de la cantidad solicitada (se recomienda que no sea más del 80% del coste total) y del tiempo en el que se quiere pagar, sabrás aproximadamente la cantidad a pagar cada mes. El simulador de hipoteca permite además ajustar estas cantidades tanto si se trata de una hipoteca de tipo fijo como de tipo variable: en los primeros, el interés es constante durante toda la duración del préstamo mientras que en los segundos varía en función de los tipos de interés, algo que puede aumentar la cuota pero también reducirla.