El obispo emérito de San Sebastián Juan María Uriarte ha reconocido que la iglesia vasca fue "excesivamente escueta" en su condena del terrorismo de ETA y en sus muestras de cercanía a las víctimas, aunque ha subrayado que, en términos generales, su contribución a la paz en Euskadi fue "notable", reivindicando, incluso, su papel de "mediador" entre la banda terrorista y el Gobierno del PP entre 1998 y 1999.
Uriarte, que fue obispo de San Sebastián entre 2000 y 2009, ha participado este jueves en
las jornadas 'La Iglesia ante la violencia de ETA', organizadas por la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Vitoria.
En su intervención, el obispo ha reconocido que "no sería honesto" que la iglesia vasca no realizara un ejercicio de "autocrítica" en relación a su actitud histórica frente al terrorismo de ETA.
No obstante, ha precisado que "en su conjunto", la contribución del clero vasco a la paz en Euskadi "fue positiva e incluso notable". De hecho, ha subrayado que los obispos mantuvieron una posición "neta y firme" frente al terrorismo de ETA, que "se anticipó", incluso, a la reacción que diversos movimientos sociales y partidos políticos mostraron posteriormente ante la banda.
De esa forma, ha rechazado que la iglesia se tenga que poner "medalla" alguna por su comportamiento, aunque también ha expresado la necesidad de no caer en una actitud de "confesión acomplejada".
"Sin ser perfecta [la labor de la iglesia vasca], y digan lo que digan, hay muchas más luces que sombras en la contribución a la paz y frente al deplorable fenómeno de ETA", ha manifestado.
(Habrá ampliación)
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